Encuentros con Sofía (Cap. 2)
Fecha: 28/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos
... los “ensuciaba mucho”. Y por eso era cuidadoso de cuando ensuciaba algún interior robado suyo en alguna masturbación, pues lo lavaba y lo dejaba de donde lo cogía. Esto me da más certeza de que ella sabía lo que yo hacía en su nombre. Pero, volviendo a la escena de la cocina, ¿Qué hubiera pasado si ahí, me hubiese atrevido a acercarme a ella y tomarla de la cintura, en lugar de salir corriendo? Ahora dejaré volar mi imaginación, un poco de realidad, un poco de exageración.... Un día cualquiera, luego de clases, cerca de la hora del almuerzo, entré en la casa y me dirigí a la cocina a saludar a mi madre Sofía, pero al verla de espalda haciendo sus labores y como estaba vestida, me excitó mucho. Llevaba su falda negra de corte recto, le llegaba un poco más arriba de la rodilla, y eso me permitía contemplar sus piernas enfundadas en esas medias nylon color carne. Su blusa blanca por fuera de la falda y arremangadas las mangas, su tela un tanto transparente y me dejaba apreciar el sujetador negro que llevaba, uno que ya conocía de mis múltiples exploraciones en su cajón de ropa íntima. Se había sacado sus zapatos y llevaba unas zapatillas más cómodas. Su cabello estaba recogido a media cola y llevaba puesta un delantal de cocina para evitar mancharse su ropa. No tenía la costumbre de saludarla de beso en la mejilla, solo llegaba y le pedía la bendición y listo. Pero ese día no sé qué me pasó y me acerqué a ella a saludarla. -La bendición le dije, mientras por la espalda me ...
... acerqué y le di un beso en la mejilla. Pude apreciar el aroma de su delicado perfume, el cual también ya conocía muy bien. -Dios te bendiga, me dijo, en un tono un tanto sorprendido, mientras giraba un poco a verme y terminar preguntándome, ¿y que fue eso? -Discúlpame si te molestó, no lo vuelvo a hacer, en tono aparentemente ofendido, le dije. -No es eso, solo que me sorprendiste, quiso remediar la situación. Como nunca lo has hecho… dijo -No sé, le dije, entré, te vi y me dio ganas de hacerlo -Yaaa, me contestó, mientras se daba la vuelta para verme de frente Al verla de frente, pude ver ese rostro angelicalmente hermoso suyo, esos ojos color café, que con el reflejo de la luz del sol que entraba por la ventana de la cocina se veían más claros que de costumbre, esos labios carnosos y perfectamente delineados con el labial de un color entre rojo y rosado, seductores como ningunos. Sus cejas perfectamente delineadas y sus párpados sutilmente sombreados, definitivamente sabía cómo arreglarse. Pero algo me llamó la atención más todavía, por estar cocinando, seguramente probó algo de comida y tenía en la comisura de su boca, en el lado izquierdo específicamente, un poco de salsa, de la que estaba preparando. Yo sin dudarlo, estiré mi mano y mientras colocaba mi mano derecha en su rostro, a manera de caricia, con mi pulgar limpiaba los restos de esa salsa, lo hice lentamente, delineando su labio inferior y limpiando esa salsa. Pude ver cómo se ruborizaba, mientas me miraba a los ojos, ...