LA LLAMADA DE CLARA
Fecha: 14/06/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... abrir sus piernas para ofrecerle su sexo que ya estaba húmedo y caliente. Al sentir el gemido de Clara supe que Andrea la estaba recorriendo toda con su boca, su lengua jugaba con todos sus rincones y la estaba llevando al orgasmo. El placer era increíble y sentí que no podía aguantar más. Clara se dio cuenta y me pidió que acabara en su boca, entonces deje que mi leche explotara en ella y en su cara, mientras la lengua de Andrea la llevaba al clímax, estremeciéndola , haciéndola gemir y gritar, dejando en la boca de mi mujer todo el sabor de su orgasmo. Fue totalmente inesperado todo lo que paso, pero solamente fue el principio. Agarramos las copas y Clara nos pidió que pasáramos al dormitorio, mientras ella iba al baño. Nos tiramos en esa cama enorme y le pregunte a Andrea que había sentido. Estaba sorprendida por su reacción, y también confundida por verme con otra mujer, pero se sentía increíblemente caliente y con ganas de más. Empezamos a acariciarnos y note que realmente estaba excitada, su boca recorría desde mi pecho hasta mi sexo, provocándome de nuevo una erección increíble. Sentí que su lengua jugueteaba con mi pija, mientras me daba unos pequeños mordiscones, lo que me hacía estremecer. Entonces volvió Clara, y al vernos así, subió a la cama y se unió al juego. Lentamente se ubicó encima de mí ofreciéndole a mi boca su sexo exquisito, mientras Andrea seguía chupándome y acariciándome, masajeando todos mis ...
... rincones. El único sonido que se escuchaba era el de los gemidos de los tres. En mi boca, toda la humedad de Clara, con un sabor único, en mi sexo la boca maravillosa de mi mujer. Andrea dejo de lamerme, y subiéndose sobre mí, se hundió en mi verga bien profunda, de frente a Clara. Se fundieron en un abrazo, mientras sus lenguas se ponían a jugar, besándose, acariciándose, juntando sus pechos. Clara no podía resistir lo que mi lengua hacía con su clítoris y nos hizo cambiar de posición. Andrea se apoyó en el respaldo de la cama, abriendo sus piernas, mientras Clara comenzaba a lamerla, y yo penetraba a mi amiga por atrás, sujetando sus caderas y controlando el ritmo. Andrea no paraba de gemir, lo mismo hacia Clara, pidiéndome que la cogiera más fuerte, cosa que hice con mucho gusto. Nuevamente el clímax estaba llegando, los temblores de los tres eran incontenibles. Sentí que no podía aguantar más, entonces acabe sobre la espalda de Clara, mojándola con mi leche caliente. Andrea termino casi al mismo tiempo que Clara, y ambas buscaron mi sexo con sus bocas, lamiendo lo que había quedado, mientras sus lenguas seguían jugando entre ellas. Realmente quede exhausto después de esa experiencia increíble e inesperada. Nos quedamos un rato más en la cama, entre caricias y risas. Y los tres comprendimos que nuestra relación había cambiado para siempre. PD: no me lleve lo que Clara me había traído para mi colección, pero esa es otra historia….