1. Flavia, mi preceptora


    Fecha: 15/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Confesiones Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Gabriel, 28 de enero estaba con mi familia disfrutando los últimos días de mis vacaciones en Pinamar con mi madre, su pareja y los hijos de ambos reponiendo energías para iniciar el último año de mi escuela industrial. Así que como tal estábamos disfrutando lo que iban a ser nuestros últimos días de playa. Esa mañana, estábamos tomando sol, luego de haber estado en el mar, estábamos en ronda de tomar mate; fuimos a comprar bizcochos de grasa para acompañar los mates que pronto Andrea cebaría (la hija de la pareja de mi madre), al volver me sorprendí gratamente ya que mi madre estaba hablando con Flavia. Flavia, fue mi preceptora en 5° y lo sería también en 6°, creí desfallecer al verla, yo estaba enamorado de ella, imagínense lo que sería para mi verla con una pequeña bikini color amarillo patito, que mostraba parte de sus excelentes senos y una muy diminuta bombacha que mostraba el resto de ese dotado cuerpo. Ella estaba divorciada hacía 6 años tenía dos hijas de 20 y 18 años, Lorena y Rocío, ellas habían heredado el aspecto buen físico de su madre… pero yo no tenía ojos más que para mí “prece”. Se quedaron con nosotros, ya que mi madre y Flavia se habían hecho muy amigas durante el año escolar: Pero para mí solo existía Flavia, ella me volvía loco, la amaba en todo no solo físicamente, su manera de ser, su dulzura, su sonrisa, era la mujer perfecta. Por la noche salimos con mis hermanos postizos y las hijas de Flavia, a bailar pero terminamos tomando algo y ...
    ... caminando. Al día siguiente y a pesar de haber dormido poco fui a la playa solo por verla, estaba solo con mis viejos y Flavia, era hermoso poder estar casi a solas con ella, almorzamos en la playa como queriendo disfrutar al máximo. Después no nos vimos hasta el día siguiente, nuestro último día en las playas. Y esa jornada de playa fue maravillosa, cuando Flavia llegó a la playa creí desfallecer llevaba una más pequeña bikini negra, con vivos dorados, que dejaba más al descubierto sus senos, y su bombacha con dos triángulos, unidos por un cordón, cabello recogido, atado por detrás, haciendo gala de su hermosa y estructural figura, verla así hizo que la desee con todas mis fuerzas. Me volvía loco, desde mi posición ver una buena parte de sus senos erguidos, redondos y aterciopelados. Ese fue el final de nuestras mini vacaciones juntos, y esos pocos días que pasamos juntos fueron, al menos para mí maravillosos, comprendí fehacientemente que era amor lo que sentía por ella, no era solo deseos, había mucho más, ella era el amor de mi vida, me encantaba verla sonreír, escuchar su voz suave, ver sus ojitos marrones ese hoyuelo que se le formaba cuando sonreía y esos celos que brotaban cuando alguien la miraba, estaba perdidamente enamorado de una mujer de 42 años, aunque parecía de 30 o menos, pero tenía la misma edad de mi madre Volví a Bs As, ella lo haría 2 días después, ya que su ex marido pasaba a buscar a sus hijas que seguirían de vacaciones con él 10 días más. Yo, después de ...
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