1. Lección erótica con mi alumno


    Fecha: 16/06/2018, Categorías: Gays Autor: Esteban986b, Fuente: CuentoRelatos

    ... soltarla por la excitación, no quería dejar de masturbarse. Me incorporé un poco mientras puse una mano en su pierna izquierda. Con mi otra mano retiré la suya de su verga y la tomé. Empecé a masturbarlo mientras lo miraba a los ojos. Esteban se notaba tímido pero excitado al máximo. Apoyó ambos brazos sobre el escritorio e inclinó la cabeza hacia el techo suspirando y gimiendo. Lo masturbé suavemente para enseñarle que una paja debe disfrutarse con calma. El muchacho contraía sus músculos invariablemente por el placer. A veces tensionaba sus muslos, a veces su abdomen o su pecho. Finalmente, llegó el momento de probar la esencia de mi alumno. Me incorporé aún más sobre mi silla y de un solo intento llevé la mitad de su verga hasta el fondo de mi boca. Ahora estaba saboreando esa hermosa verga, no me supo a nada, pero ha sido el mejor sabor que haya probado. Empecé entonces a mamar y, lentamente, a reconocer el sabor de su presemen en mi boca. Le hice sexo oral por unos segundos. Esteban respiraba aún más fuerte... Esteban: Ya casi me vengo -susurró Esteban con dificultad en su voz, producto de la excitación. Detuve entonces mi mamada, solté su verga y llevé mi lengua por su ingle y su escroto mientras con ambas manos sobaba sus muslos. Esteban empezó a masturbarse lentamente, había aprendido. Lamí toda la zona alrededor de su verga, sus hermosas güevas cargadas del semen que tanto anhelaba, las chupé una por una. Posteriormente llevé mi lengua bajo su escroto y cada vez más ...
    ... abajo. Esteban entendió lo que yo pretendía hacer y levantó un poco sus piernas permitiéndome llevar mi lengua cerca de su ano. Pero no era suficiente. Esteban se acostó entonces sobre su espalda en el escritorio, levantando y abriendo sus piernas. Dándome el mejor panorama: una vista de su pequeño culo combinada con su verga que él seguía acariciando, todo acompañado de su cara transformada por el placer que estaba viviendo. Nuevamente, y con todas las ganas, llevé mi boca a su ano y continué lamiéndolo. Esteban lo disfrutaba al máximo. Gemía y suspiraba, casi imperceptiblemente decía "si" "si, seguí por favor". Me estaba rogando que le diera más placer y yo quería dárselo. Nuevamente me habló, esta vez para decirme: "ya casi me vengo". Supe entonces que debía detenerlo, retiré su mano de su verga y seguí lamiendo su ano por un momento sin permitirle masturbarse. Finalmente me detuve y me puse de pie frente a él. Esteban seguía acostado pero atento a mis movimientos. Me quité mi camisa y la tiré al piso. Bajé mis pantalones rápidamente dejando expuesto mi bulto con mi verga dura como nunca antes. Esteban se incorporó sentándose nuevamente en el escritorio y estiró sus manos para acariciar mi pecho y mi abdomen. Luego tomó mi bulto con la mano. Me acarició un poco, con mucha fuerza y después se agachó para llevar su cabeza a la altura de mi verga. Empezó a morderme suavemente sobre mis pantaloncillos al tiempo que sobaba su verga otra vez. Yo tomé su cabeza con ambas manos y ...
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