1. En la Ruta del Bakalao


    Fecha: 19/06/2018, Categorías: Anal Fetichismo Gays Autor: john_kelly, Fuente: xHamster

    En la Ruta del BakalaoTengo 18 años y bastante buena planta, soy guapete y estoy fibrado. Me gusta tener apariencia de bakala. Cadavez que salía a dar una vuelta, solía fijarme en los grupos de tíos que se juntaban en distintas zonas de lacalle, como en todas las grandes ciudades. Concretamente en un grupo de bakalas que se juntaban en un parquejunto a la playa. Eran de mi edad o quizá tendrían un par de años más, unos 19 y era el típico grupo de nenesbakalas y vacilones. El que más me llamaba la atención era un tal Alex, era alto, 1'80, era muy guapo, teníalos ojos azules, el pelo negro y engominado de punta tan típicamente bakala. Tenía un aro plateado en cadaoreja e iba siempre con unas gafas de sol arnette blancas. Tenía un cuerpo bastante bien trabajado a base degimnasio. Siempre lo veía sentado en su moto de carretera, pintada de colores llamativos, como el resto de suscolegas.Con la llegada del verano empezaban a descubrirse, y podías ver a aquellos bakalas sin camiseta.No podía evitar quedarme mirándolos cada vez que pasaba cerca de ellos. Un día, ya en Agosto, bajé a dar unavuelta a la playa cerca de donde se juntaban. Allí estaban todos. Aunque tenían un aspecto parecido, no podíaevitar centrarme en ese Alex, era muy conocido por haber ido con una lista interminable de tias. Me quedéobservándolo detenidamente, vestía un pantalón largo blanco de nike y no llevaba camiseta. Su piel ya estababastante dorada por el sol del verano y hacía un contraste notable con el ...
    ... color de su pantalón y sus gafas.Tenía unos brazos musculados y fuertes pero no demasiado gruesos, una espalda ancha y firme y unos abdominalesmás que trabajados. Sonreía chulescamente con sus colegas. Tenía ese aspecto de chulo, vacilón y perdonavidasque sólo los bakalas tienen. En uno de sus brazos llevaba tatuados unos tribales, lo que le daba aún más elaspecto de vacilón. Lucía su cuerpo con descaro y yo mirándolo, me estaba excitando tanto que no me di cuentadel largo rato que llevaba allí mirando y de lo cerca que estaba de ellos. Me di cuenta cuando Alex bajó desu moto y me dijo:- ¡Eh! ¿qué coño miras? - se acercó hacia mí cuando volvió a decir:- Que qué miras! maricón! ¿es que te la pongo dura?En ese momento me largué de allí, y él ya no me siguió. No volví a verlos hasta el fin del verano. Una noche,volviendo a casa pasé por la puerta de un local donde se reunían. Creí que no estaban, pero justo al pasarpor la puerta, alguien la abrió. Cuál fue mi sorpresa cuando vi allí a Alex. Me dijo:- ¡Hombre! si es el nene que me estaba mirando el otro día!.Yo con disimulo le decía:- No, tío, creo que te equivocas, yo no te estaba mirando.Pero mientras le decía eso, no podía evitar comérmelo con los ojos, iba otra vez con ese pantalón blanco, ynunca lo había tenido a un palmo de distancia, me quedé mirando sus abdominales y sus brazos ahora con tododetalle, también su cara. Sentí unas ganas terribles de palparle todos sus músculos y de sobarle el paquete.Sentía ganas de calentarlo. ...
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