¡EXCÍTAME!
Fecha: 20/06/2018,
Categorías:
Fetichismo
Sexo Duro
Autor: gadessexi, Fuente: xHamster
Hay días es los que siento como si ardiese por dentro, y tan pronto como agarro a mi chico lo lanzo sobre la cama, le bajo los pantalones y, húmeda como estoy, lo introduzco dentro de mí sin perder ni un solo momento. Pero otras veces, en la mayoría de las ocasiones, aunque la idea de tener sexo con mi novio no me desagrada en absoluto, mi cuerpo tarda un poco en reaccionar. Mi mente está excitada, pero mi cuerpo necesita algunos incentivos.El tema de excitarnos a las chicas no es poca cosa. No es solo que el sexo se disfruta más y mejor cuando los dos están completamente entregados, sino también el hecho de que nosotras necesitamos estar excitadas y predispuestas para lubricar (vulgo: para estar mojadísimas) y dilatar bien, de tal forma que la penetración sea fácil, placentera y confortable.Desgraciadamente, los hombres no siempre tenéis muy claro cómo excitar a una mujer. En una ocasión, con un chico con el que estuve, le dije que iba a necesitar que me excitase un poco, y lo que hizo fue tirarme un pellizco en un pezón. ¡Un pellizco! ¿Se creería que eso era un botón como el de encender el ordenador? Otro muchacho se limitó a sacársela y a darme golpecitos con ella en la pierna, cosa que ni resultaba excitante ni nada, aunque sí un poco cómica. Lo cierto es que hay montones de formas de excitarnos de forma sencilla, íntima y agradable. Yo voy a hablar de lo que funciona conmigo, aunque obviamente cada mujer es diferente y esto no puede entenderse como un “manual de ...
... instrucciones universal”.Lo que tienes que tener siempre presente es que has de dedicarme tiempo. No hay botón mágico, no hay palabra secreta, tienes que excitarme y eso es algo que lleva más de un par de minutos. Intenta disfrutar por lo tanto con lo que haces, excitarte también con ello, y así ambos nos encontraremos con muchísimas ganas y disfrutaremos bastante más.Si ya estoy en tu cama, se puede decir que es bastante fácil excitarme. Basta con que me abraces, me acaricies el pelo y me hables de manera suave. Puedes contarme cualquier cosa, aunque debo reconocer que si en esos momentos me dices que me ves muy guapa o que te encanta el tacto de mi piel, desde luego no me voy a enfadar. Puedes darme besitos, por ejemplo en la mejilla, el pelo o la frente, y poco a poco ir pasando al cuello. Cuando llevemos así un rato, es seguro que mi cuerpo empezará a reaccionar muy positivamente, y me entrarán unas ganas enormes de besarte. Recuerda que besar es todo un arte en sí mismo: a mí me encantan los besos largos en los que jugamos con nuestros labios, nuestras lenguas se rozan y puedo disfrutar lentamente del sabor de su boca. Cuando llevemos un rato, es más que probable que estemos rozándonos y acariciándonos sin ni siquiera haber pensado en ello, y ahí ya no habrá marcha atrás posible. Todo este proceso puede llevar entre treinta minutos y una hora, pero te puedo asegurar que me voy a dedicar a fondo contigo, y además tú mismo estarás mucho más sensible y excitado tras tanto beso y ...