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Parejas
Fecha: 20/06/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... las mamadas que yo podía hacer y a él pareció gustarle porque al poco tiempo descargó su leche espesa en mi cara y boca. Me levanté y limpie mi cara con una servilleta y salimos fuera de la cocina como si nada hubiera pasado. Al llegar al comedor me encontré con lo que menos me esperaba, Elena estaba de rodillas haciéndole una mamada a mi marido Juan. Carlos no pareció sorprendido, pero yo sí. Nos quedamos un instante contemplando la escena sin que ellos se percataran de nuestra presencia. Elena de rodillas lamía y recorría con su lengua el largo instrumento de mi marido, mientras él agarraba su cabeza haciendo un movimiento como si estuviera penetrándola. Cuando Juan me vio se asustó y me miró como diciendo "no sé cómo ha ocurrido". Pude ponerme histérica y haberle gritado pero después de lo que yo había hecho y de lo caliente que estaba la situación me gustó. Cuando reaccioné hice lo único que me pareció correcto, me arrodillé y comencé a chupar la polla de mi marido compartiéndola con Elena. Ella al verme me besó, fue un beso húmedo por la cantidad de saliva que tenía en su boca después de chupar la polla de Juan. Carlos se agachó a nuestras espaldas y nos levantó el vestido hasta la cintura a las dos. Elena no llevaba bragas pero yo si, aunque eso no fue un impedimento puesto que mis braguitas rojas fueron quitadas de inmediato con mi ayuda. Carlos comenzó a chuparnos el coño y el culo a las dos, nunca había sentido nada igual, era la primera vez que sentía una lengua ...
... en mis partes más íntimas. Elena y yo chupábamos la polla de Juan al unísono y un reguero de saliva caía por su duro rabo hasta sus huevos. Cuando Carlos nos hubo humedecido bien a las dos, agarró su polla y me la clavó hasta los huevos en mi coño. Comenzó a bombearme con fuerza y yo creí morirme de gusto. No sé si por nuestra mamada o por la imagen de verme penetrada por otro hombre pero Juan no aguantó más y se corrió en nuestras caras llenándonos de su cálido esperma, nunca había visto a mi marido soltar tanta leche. Después de su descarga, mi marido se retiró a una silla para seguir observando la escena, mientras Elena se colocó delante de mí con sus piernas abiertas al máximo y con la intención, supongo, de que le comiera su precioso chochito. Estaba totalmente afeitado y se veía riquísimo. Yo no soy lesbiana como supondréis y nunca se me había ocurrido ni siquiera pensar en tener sexo con una mujer. Pero en esta situación y con un chochito tan lindo y limpio no pude evitar la tentación y me lancé a chuparlo con ganas. Su sabor era estupendo y su olor embriagador, yo estaba en éxtasis, solo chupaba y chupaba mientras recibía embestidas de Carlos con gran fuerza que me producían orgasmo tras orgasmo. Mi marido contemplaba la escena sentado esperando a que su pene se recuperara, cosa que ocurrió rápidamente. Cuando su polla estuvo bien dura se levantó y fue a por Elena que viéndolo le ofreció todo su culo colocándose a cuatro patas. Juan colocó la cabeza de su polla en la ...