1. Ocurrió sin querer


    Fecha: 20/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hacía ya mas de mes y medio que por falta de tiempo y ocasión no solo no habia podido hacer el amor por ausencia de mi pareja, sino que ni siquiera me habia podido relajar lo suficiente para poder dar rienda suelta a aquellas "demandas" que en forma de insistentes cosquillas me enviaban mis partes "bajas", apartándolas de mi mente cada vez que apenas se me "insinuaba" la llamada de la naturaleza. Por motivos profesionales, tuve que viajar a una distante ciudad donde se celebraba un congreso al que estaba obligada a asistir ya que era yo la única representante de mi colectivo en mi ciudad. Fui de mala gana, porque si bien me encanta viajar, éste tipo de eventos suelen ser muy cargados de actividades que hay que llevar a cabo en un tiempo record con lo que no queda tiempo libre para relajarse, mucho menos para descansar. Habia que pasar la noche en aquella ciudad por lo que el congreso estaba organizado para que el mismo hotel que contenia la sala donde se celebrarian las reuniones, alojara a los participantes desplazados como yo. A mi llegada a primeras horas de la mañana, después de dejar mi equipaje en la habitación habian empezado de inmediato las conferencias sin más interrupción que un breve "respiro" para un frugal almuerzo que compartí con varios "colegas" de diferentes ciudades que se afanaron durante todo el transcurso del mismo en captar mi atención e interés. (Yo era la unica mujer en la mesa, bueno, y en realidad una de las pocas mujeres asistentes al ...
    ... congreso). Habia particularmente un "colega" sentado directamente frente a mí, que aunque al contrario de sus compañeros, (que no paraban de intentar ser graciosos y simpaticos), prácticamente no abrió la boca en todo el tiempo, no desaprovechó sin embargo ni una sola ocasión para escrutinar cada milimetro de mi cuerpo cada vez que pensaba que no le veia. Me dí cuenta que cada vez que cambiaba la posición de mis piernas procuraba llegar con su vista más alla de los límites que los bordes de mi falda le imponían, y cuando al inclinarme sobre la mesa para coger el aceitero, sus ojos se clavaron en mi escote de tal forma que casí "sentí" que su mirada me quemaba el pecho. Era atractivo, alto y creo que al menos 18 o 20 años más joven que yo, (tengo 45). Cuando en un momento del almuerzo, nuestras miradas se encontraron, fijó sus ojos en los mios, y yo, que pensé, "¿Por qué voy a retirar mi mirada y demostrar a éste atrevido jovencito que me azora?", sostuve mis ojos fijos en los suyos retadoramente, sentí un escalofrío recorrer mi espalda, y una familiar sensación de cosquilleo empezó a llegarme a la base del vientre. Esa mirada era la más explícitamente lujuriosa que habia visto en unos ojos, y molesta por lo que sin querer habia sentido aparté mis ojos de los suyos y mis pensamientos de esas sensaciones, que aunque era lógico que las sintiera por mi forzada abstinencia, me hacían sentirme incomoda y "culpable". Después del resto de las sesiones en la sala de congresos, hubo una cena ...
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