1. Mi sueño con Liliana


    Fecha: 23/06/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quedó dormida, esa escena creo un ambiente de ternura y lo llenó de recuerdos, pues con ello nos acordamos, y lo comentamos, lo que alguna vez le había dicho, que cuando termináramos la carrera le propondría matrimonio y que tendríamos una pequeña a la que llamaríamos Amanda, argumentándole, además, en ese momento, que la amaba, que siempre lo había hecho, pero no se había podido conseguir nada porque ella conoció a su actual esposo, pero ella dijo algo que me sorprendió muchísimo, me dijo que la niña se llamaba Amanda, que lo había recordado y la había nombrado así porque ella, en aquel entonces, sentía lo mismo que yo, pero que nunca se atrevió a decírmelo por mi forma de ser, pues yo era el típico canalla que coqueteaba con cuanta mujer se le ponía enfrente, y era entendible. Ese momento cambió el ambiente, al hablar del amor que yo le tuve (y que a decir verdad con este sueño ha renacido en mi, o mejor dicho lo he recordado y vuelto a sentir, como si nunca hubiera dejado de estarlo) y del que ella me tuvo, creo que nos excitó, pues jamás, ni por un momento, estuvimos juntos como pareja, aun siendo los mejores amigos y confidentes nunca experimentamos algo sexual, aunque al parecer a ambos siempre se nos antojaba, pero no lo decíamos o hacíamos por respeto. Debo aquí, creo, hacer hincapié para describirles a Liliana. Es una chica que actualmente debe tener 29 años de edad (yo tengo 27), mide como 1.57 de estatura, desde que la conocí nunca cambió su físico, y en este sueño ...
    ... que les relato la vi igual, obvio, su cuerpo era realmente bello, debe serlo a pesar de que, como ya dije, tengo años de no verla, tenía unos senos, sin haberlos visto nunca en vivo y a todo color, preciosos, grandes, tal vez de 34 C, ella era blanca de piel, debe seguir siéndolo, por lo que me imagino sus pezones son rozados y con aureolas grandes, estaba un poquito pasadita de peso, por lo que se pudiera creer que una cinturita no tenía, pero la realidad es que sí se le veía así, pues sus caderas, Dios mío, qué caderas, eran prominentes, y tenía unas nalgas de campeonato, muy paradas, tanto que a veces le llegaba a comentar que en ellas podría poner un vaso repleto de agua y no se caía, tal vez medirían algo así como 115 cm y obviamente tenía unas piernas llenitas pero bien delineadas; la recuerdo muy atractiva, bonita, eso se los aseguro, al menos a mi me gustaba mucho porque se parecía a una señora que salía en un comercial de un suavizante de ropa, y miren que para aparecer en televisión deben ser muy guapas. Bueno, con esto creo que se podrán dar cuenta del monumento de mujer que nunca aproveché y que tal vez ustedes caballeros nunca lleguen a tenerla. Estaba en que la niña se había dormido recargando su cabeza en mi pecho, Liliana la retiró para llevarla a su cuna, y al colocarla dentro, ya se imaginan el espectáculo que me proporcionó, así es como me hubiera gustado poseerla hace años, que nalgas tan hermosas tiene, por qué nunca la toqué aunque fuera de broma, a fin ...
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