Al cuidado de mi tío, por tres días. Cuarta parte - Relatos Eróticos

Al cuidado de mi tío, por tres días. Cuarta parte

... de esa magnífica cogida, cuando Carlos se levanto de dormir. Después de los saludos, Carlos pregunto si habíamos desayunado, a lo que mi tío contesto en tono travieso, Yo no, el si. Después de charlar un rato, como a las dos treinta, nos dispusimos a ir a comer. Sobra decir que yo me vestí con el vestido, peluca y demás accesorios; cambiándome solo las sandalias por una chatitas abiertas de color marrón. Una vez en el auto os dirigimos a un restaurante cerca de la localidad de Juan Galán. En la puerta nos recibió el dueño, que no era otro que Esteban, amigo de mi tío y Carlos. Entramos, el salón, era grande, de un lado estaba la cocina, y frente a ella separada por 20 mesas cubiertas con un mantel amarillo; estaban los baños y a un costado en la misma dirección la oficina del dueño. Como no había mucha gente solo 3 mesas, nos ubicamos cerca de la oficina, después de comer, se acerco el dueño y se pusieron a charlar con mi tío y su amigo. Después de un rato, como ya era hora de cerrar Esteban despacho al personal quedando solo, nosotros cuatro y los dos cocineros que estaban limpiando la cocina. Uy, ya vengo voy al baño, dije poniéndome de pie, como tenia que hacer pis no tarde mucho, al salir, parado en la puerta estaba Esteban. Ven, dijo llenándome de la mano a su oficina. Una vez adentro, después de cerrar la puerta y correr la cortina se abalanzo sobre mí. Sus labios buscaron mi cuello, al tiempo que metía sus manos por debajo del vestido. AY, DON ESTEBAN ¿QUE HACE? ¿SI ...

... ENTRA MI TIO? exclame. Don Esteban?, porque tanta formalidad, acaso no cogimos ya? SI, dije sonriendo. Entonces? además tu tío ya sabe que estas con migo. dijo, sin soltar mis nalgas. No respondí, Esteban beso mi frente, para después comentar Que rica estas amor. Pego su cuerpo al mío, sus manos desprendieron el vestido que cayó rendido a mis pies, dejándome solo con el culote y las chatitas. Me miro a los ojos, paso su lengua por los labios y posándolos en mis tetillas comenzó una succionarlas alterándolas con pequeñas lamidas. AYYY, AHHHH, AYYYY, gemía con voz suave. Me bajo la bombacha y poniéndome en cuatro patas sobre un sillón comenzó a lamer mi esfínter. MMM, MMMM, QUE RICO, dije mordiendo mis labios. Te gusta? pregunto acariciando mis nalgas. SI, respondí. Bien espérame así comento mientras salía de la oficina. A su regreso, en menos de un minuto, exclamo No te des vuelta, es una sorpresa. Yo que aun me encontraba en cuatro dije ¿QUE ES?. Una sorpresa respondió. DECIME QUE ES? volví a preguntar girando mi cabeza. Es esto dijo, mostrándome un verde y grueso pepino de unos 20 o 25 cm de largo. Con ojos fijos en la verdura exclame ES GRANDE. Sonrió y sin dejar de mirarme pregunto ¿Lo queres? BUENO, respondí mirando el piso. Se acerco, y dejando caer su saliva para lubricar mi ano, me introdujo uno de sus dedos, aun lo tenia adentro cuando metió uno de su mano izquierda, Flojito, amor flojito comento mientras empujaba sus dedos hacia los costados, abriendo mi agujerito. ...