Mis inicios como Bi - Relatos Eróticos

Mis inicios como Bi

Buenos días, tardes o noches, soy Rodrigo un hombre de 27 años de edad, les cuento que tengo polola y a lo largo de mi vida he tenido varias ex novias y amigas sexuales en mi buena vida heterosexual. Este relato es totalmente real, soy protagonista de este círculo vicioso de nuestra sexualidad curiosa, esta es la historia de cómo he desarrollado mi vida sexual desde el punto de vista homosexual hasta el día de hoy. Refleja lo más íntimo de mis experiencias y expectativas, dando lugar a nuevas fantasías como les contare. Actualmente vivo en la ciudad de Coquimbo en chile, puedo contarles que físicamente soy alguien normal, mío 174, peso 75, pelo corto y negro, psicológicamente, soy alguien empático, simpático, honesto y respetuoso. Creo que debo remontar a como inicie mis inclinaciones sexuales hacia lo que llamamos sexo gay, a esa curiosidad que buscaba explorar nuevas sensaciones sexuales de placer, es por ello que he decidido narrarles mis experiencias desde el inicio cronológicamente como breves capítulos de los momentos más importantes he interesantes de mi vida: 1. EL INICIO Recuerdo que en mi adolescencia, hurtaba por un momentos la ropa interior de mi vecina ya que la pandereta del patio de mi casa me permitía llegar a donde ella almacenaba su ropa sucia una especie de canastillo, entre las cuales había toda clase de prendas de vestir, calzones, colales y sostenes entre otros, para mi eran un tesoro para mi estimulación sexual, yo me aseguraba de que ella una ...

... hermosa mujer rubia de unos 30 años con una culo de diosa no estuviera en casa, claro, ella vivía con sus esposo e hijos. Yo tomaba su ropa interior donde olía y trataba de saborear como el mejor de los manjares los jugos impregnados en los calzones de esa mujer hasta terminar acabando en una rica paja. La costumbre era esa, sentir que olor tendría mi rubia inspiración de mis pajas cada día que podía acceder a su ropa. Hasta que un día excitado de más quise explorar que sentía ella al usar su ropa de mujer, tome prestado desde la ropa sucia sus ropas intimas unos jeans y una polerita blanca, recuerdo eso como si fuese ayer, su colales era un sensual colales de seda blanco que sutilmente lo subi por mis piernas, acto seguido me pongo su jeans que era elástico, yo a esas alturas estaba muy mojado experimentando ser una mujer y termine colocándome sus sostenes y polerita. Podía explorar cada sensación de esa suave ropa sintiéndome una hembra caliente y deseosa de algo más, ese algo más percibía que era explorar mis interiores de una manera sexual, recuerdo que humedecí un dedo y por primera vez sentía placer en mi ano introduciendo una y otra vez mi dedo hasta hacerme acabar deliciosamente. Si, les cuento que realice ese fetiche por 2 años aproximadamente con una frecuencia de 1 o 2 veces por mes, cada vez que me sentía y vestía como mujer buscaba explorar mas allá, ya no solo mi dedo entraba en mí, sino que entre más grosor y largo era lo que entrara más me gustaba, recuero que el ...