1. Noche caribeña


    Fecha: 26/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Era un viaje de premio por vender determinada marca de televisores . En otras ocasiones ya nos habían avisado que el sexo era muy común en los participantes . Entre ellas existía una mujer que decían era antilujuria y se llevo la palma . Por su habitación pasaron unos cuantos. Una noche la animación llegó en forma de nudismo . Un montón de participantes se pasearon desnudos por todo el hotel y el servicio de seguridad corría detrás. Después de una cena encima de una mesa a una de ellas la desnudaron y todos la tocaron. Y nosotros jóvenes aún dedicamos mucho tiempo al sexo y nos acompañaban una pareja , no en la cama pero sí de paseo. Y trabamos amistad y algo más . la noche caribeña tiene un embrujo que no falla . Si el ron , la música y el baile sirven de aliciente para que todo se vuelva más fácil. Las americanas cuarentonas se exhibían con sus bellos cuerpos y sus atrevidos vestidos o falta de vestido. No les faltaba quien les entrara , gente del lugar o bien residentes del hotel, entre ellos los de nuestro viaje. Algún conocido nuestro se besaba por los rincones con alguna prostituta del lugar con rostro maya. Y nosotros cuatro nos mirábamos sin perder ojo al ambiente y entramos en una espiral de erotismo. Mi santa esposa le animaba al amigo provocando con sus caderas un sensual baile. La amiga un poco más mayor que yo hacía lo propio y se restregaba el culo con ...
    ... mi bragueta. Aquella noche me sentí mal , mi digestión y mi cabeza me jugaron una mala pasada. Miraba a mi alrededor y veía sexo por todas partes. Mi santa esposa se divertía de lo lindo , ahora que ya estaba sola el amigo la cortejaba un poco más y algún moscón caía también. Me fui a la habitación y ella tardó en llegar , luego me contó todo. El amigo le había propuesto tener relación pero estaba la amiga y no podía ser. A cambio un miembro de nuestra expedición hizo de anfitrión cuando los amigos se fueron. Y en un aparte empezaron a conocerse , primero un roce y luego lo demás , besitos , caricias , tocamientos y calentón. Se buscaron un lugar más oscuro y allí calmaron su pasión. Tuvieron masturbaciones mutuas y ambos quedaron satisfechos . Por eso fue la tardanza . Como la señora venía servida no necesitaba de mis cuidados . Al día siguiente me lo contó todo. Le pedí discreción y le pregunté si les habían visto . Soy bastante conocido en mi sector y no quería que las malas lenguas hicieran de mi un pobre hombre ni que ella fuera una zorra. Bueno , ella es un poco , porque no es la primera ni será la última. Tenemos mente abierta , nos damos libertad si hay algo que merece la pena y apreciamos la vida según llega sin hacer ascos a nada. Afortunadamente la persona no es de mi región y no pasó nada . Pero ella me recuerda que no le importaría volver a Cancún de nuevo. 
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