Una fantasía hecha realidad
Fecha: 02/09/2017,
Categorías:
Sexo a distancia,
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Mi lengua jugaba con la suya, le lamía los labios, le daba pequeños mordisquitos, y mientras mis manos no perdían tiempo con su paquete. Empecé a acariciárselo por encima del pantalón, notando como crecía. Mis pezones estaban como piedras y yo me sentía más excitada que nunca. En este plan llegamos al parking, y nos metimos en el cuarto de acceso a la zona de aparcamiento, que tiene una puerta que se puede cerrar con llave. Una vez seguros de que nadie nos interrumpiría, nos lanzamos al polvo con el que habíamos soñado tantas veces. Nos seguimos besando apasionadamente, pasando de los labios al cuello, lamiendo las orejas, susurrandonos cosas. "Mmm... como me estás poniendo... uuff..." "Fóllame aquí mismo, métemela toda..." "Espera... espera..." Mientras me besaba, J. me empezó a subir la falda y metió la mano entre mis muslos "Eh... esta zona está muy caliente..." Empezó a tocarme por encima del tanga, mientras yo no podía reprimir gemidos de placer. Estaba muy excitada, muy mojadita y me daba muchísimo morbo estar follando en un sitio público. J. siguió acariciándome por encima del tanga, apretando un dedo contra los labios, y yo mientras le desabroché el pantalón y le bajé la cremallera. "Tú también estás calentito..." "Más de lo que te imaginas". Le acariciaba siguiendo el mismo ritmo que hacía él, primero por encima de la ropa y luego jugando, poco a poco introduciendo algunos dedos. El ya tocaba mi clitoris, lo acariciaba despacio, para luego meter un dedo poco a ...
... poco en mi vagina. Yo le había bajado el slip para tener total libertad de movimientos, y empezaba a masturbarlo suavemente. Antes de que me dijera nada, le pedí que parase y me agaché un poco. Con mucha dulzura introduje su pene en mi boca, lamiéndolo poco a poco, jugando con la lengua en la punta, rozándolo con los labios y apretándolo para causar más placer. J. gemía sin parar y se tenía que apoyar en la pared con las dos manos. "Sigue... uufff... sigue... cómetela entera". Me lo metí todo lo que pude, lubricándolo con saliva y jugando con mis labios y mi lengua, una y otra vez, metiéndolo y sacándolo, simulando una penetración en la boca. "Como sigas así me corro aquí mismo..." así que decidí parar, no sin antes dar unos últimos lametones. Cuando me incorporé, J. me levantó la falda por completo y me bajó el tanga. Luego me alzó en brazos y me senté en una pequeña repisa que había a media altura en la pared. Separé las piernas y poco a poco él se acercó y empezó a penetrarme muy despacio. Tenía que ir con cuidado, porque él estaba completamente mojado, y yo estaba muy excitada. J. se movía rítmicamente adelante y atrás, cada vez penetrando más, poco a poco, suavemente. "Te gusta...?" "Mmm... siii...". Yo le abrazaba con fuerza y lo atraía hacía mí, quería que me la metiera toda, que me follara con fuerza, a saco. Estaba muy mojadita y más excitada que en toda mi vida. J. me acariciaba los pechos, ya libres del sujetador, que me había quitado unos minutos antes. Lamía los ...