Un día de mis vacaciones (I)
Fecha: 27/06/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
A mis 17 años he viajado bastante poco, nunca he salido del país y conocí el mar en unas vacaciones hace casi dos años, esa ocasión duró sólo 4 días, esta vez, en este paseo, tardaré casi dos meses porque mis padres, aparte de disfrutar sus vacaciones, intentarán cerrar un negocio que tienen pendiente en un lugar que está a casi media hora de aquí. Las playas de aquí son hermosas, la gente es muy amena y el ambiente, a pesar de ser sol todo el día, es agradable. Aún no tengo muchos amigos, sólo conozco tres tipos como de 20 años, que también están de vacaciones, pero con los cuales no tengo nada de confianza, nos saludamos, pero no pasamos nunca a una charla ni nada por el estilo. Nuestro ansiado paseo ha sido bastante cómico, llegamos y nos acomodamos en el hotel por casi dos horas, luego fuimos al club, que se comunica con el hotel por una gran puerta y descubrimos que gracias a mil razones distintas era el preferido de la mayoría de los turistas, como sea pasamos todo el día ahí, tomando mil cócteles, bebidas, comidas exóticas y más cosas extrañas, en la piscina o simplemente charlando, mis padres no son muy exigentes para sentirse bien. En la noche fui al gimnasio, luego de una tanda larguísima de ejercicios me senté a mirar a los demás cómo se desgastaban, tanto o más de lo que ya estaba yo, me fui al baño y mientras buscaba una ducha vi a una chica algo "perdida", miraba al suelo como buscando algo, luego se devolvía, se agachaba, pero parecía no encontrarlo: - ...
... ¿Qué buscas? -le pregunté con toda la intención de ayudarla- Me miró, se sorprendió de que una desconocida le hablara, parece que eso para ella no era normal, aún así me sonrió y me explicó: - Pues se me perdió un anillo, es importantísimo para mí, no tengo idea de qué voy a hacer si no lo encuentro. - Te ayudaré a buscarlo, ¿cómo es? - Mmm, es una argollita negra, con unos dibujitos, no sé explicarte bien. - - Buscamos la dichosa argolla por más de 15 minutos, sin éxito, finalmente ella la dio por perdida y entonces nos presentamos: - - - Creo que es mejor dejarlo así, ya no importa, de todas formas gracias. Oye, mi nombre es Catalina, tú cómo te llamas? - Andrea -le di la mano- mucho gusto y ¿tú también estás de vacaciones? - Sí, vine con mis papás y unos socios de ellos, en cuanto a amigos eres la primera, ellos vienen con su grupito y me trajeron porque no quisieron dejarme en casa. - Ah ¿no? Pero pareces muy grande como para no cuidarte sola. - No es eso, es que hace una semana mi papá me vio en una situación algo incómoda con mi novio y se molestó tanto que juró no dejarme sola en casa de nuevo. - - Me reí, suponía qué situación era, la típica para merecer un castigo como eso. Luego agregué: - - - Pero ¿te parece muy malo venir aquí? - Si tuviera amigos sería excelente, lo peor es que mi papá me quitó el celular y tampoco puedo llamar a Pablo, él es tan celoso que debe pensar que me conseguí otro chico aquí y que por eso no puedo llamarlo. - - La miraba, me dio sus ...