Crónicas, un mundo de dominación femenina (3)
Fecha: 29/06/2018,
Categorías:
Dominación
No Consentido
Autor: morbocuentos, Fuente: CuentoRelatos
... primera fue Marlene, se paró detrás de aquel joven, sujeto fuertemente la paleta, levanto su brazo y lo dejo caer sin piedad sobre las nalgas de aquel joven, el chico al sentir la primer nalgada, lanzo un fuerte grito, pero eso no le importo a ninguna y Marlene continuo azotado al chico, dándole un azote en cada nalga. - bien, quien sigue Sandra fue la segunda, se acero al sumiso, y sin pensarlo mucho, le dio dos azotes en cada nalga, lo que provoco que aquel chico, gritara de tal manera que Cristina interrumpió la sesión. - a ver chicas, el sumiso se está moviendo demasiado, recuerden que cuando practiquen un castigo, el sumiso debe de estar inmovilizado, pónganle los grilletes. Las tres chicas rápidamente fueron a los anaqueles y sacaron unas cintillas de cuero, y sujetaron los brazos y las piernas del chico, dejándolo aún más expuesto. - bien chicas, así está mejor, quien sigue. Sandra se acercó al sumiso acaricio unos instantes el ya enrojecido trasero del sumiso y de inmediato le soltó dos fuertes azotes en cada nalga, el sumiso al sentir el castigo intento moverse, pero ya le resultó imposible. - bien Rocío, es tu turno. Rocío se acercó y al igual que Sandra, acaricio ligeramente las nalgas del sumiso, mientras decía. - la del lado izquierdo esta menos roja, hay que hacer bien las cosas. Cristina y sus empleadas comenzaron a reír, ante la puntada de Rocío, quien de inmediato comenzó a soltarle los cuatro azotes únicamente sobre el glúteo izquierdo, dejándolo ...
... completamente rojo. Cuando termino, Cristina se veía complacida, así que se acercó lentamente al sumiso y durante unos instantes observo sus glúteos, los acaricio y dijo. - muy bien chicas, están algo rojas, pero con el tiempo se acostumbrara y Rocío, esa idea fue excelente, ahora va mi turno. Sujeto fuertemente la paleta, apoyo una de sus manos sobre las caderas del sumiso, levanto su brazo y lo dejo caer despiadadamente sobre las enrojecidas nalgas del chico, pero a ella no le basto con cuatro nalgadas, su brazo subía y bajaba sin cesar, lo hacía firme pero lentamente y con cada azote el sumiso se retorcía, pero Cristina estaba disfrutando y hacia sufrir enormemente al sumiso, daba una nalgada, esperaba unos instantes y le daba la otra, mientras contaba y se turnaba en castigar ambos glúteos, hasta que llego al número veinte, se detuvo, volvió a acariciar el enrojecido trasero y dirigiéndose a sus chicas les dijo. - vaya, como cansa esto, relajémonos con un poco de vino. Las cuatro mujeres se van a los anaqueles se sirven un poco de vino y comienza a charlar, de cualquier cosa, hasta que después de unos minutos, Cristina vuelve a tomar la palabra. - bien chicas, saben si alguno de los dos sumisos a sido penetrado...?? Las tres mujeres se miran entre sí, pero ninguna responde, Cristina al ver eso, se le ilumino una sonrisa y dice. - bueno, eso es lo de menos, total para eso están aquí, pero no estoy de humor para ajustarme el dildo de castigo, sería mejor si usáramos uno de los ...