Boquita sucia
Fecha: 30/06/2018,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
... Enseguida Omar empezó a estirarle los pezones y el pelo para que mi pito siga regalándole arcadas a su garganta, lo obligaba a pajearlo y hasta en un momento se detuvo para mearle los pies cuando el resto seguía acogotándosela. Incluso Omar pajeaba al Tincho, y Rami dudaba si vestirse o sacar fotos. Pronto la zorra se comía la de Omar y la del Rulo mientras yo le pegaba en el culo, le pegoteaba las nalgas con el chupetín, y hasta logré sacarle la bombachita para hacérsela oler sin que ella detenga su peteada. Fue increíble verla estornudar con las pijas en la boca, entretanto que el Tincho le mordía las gomas como podía, y como al parecer tenía alguna alergia o algo, luego me la mamó a mí y al Tincho entre estornudos, lamidas intensas, escupidas fatales y hasta con lagrimitas cuando le pellizcábamos el culo con vehemencia. Omar no podía aguantar más, y en cuanto ella gemía atragantándose con su exceso de baba, apenas dijo: ¡quiero toda tu lechita perro, quiero ir toda sucia a casa!, le enchastró la cara con un chorro que parecía no tener fin, y la muy puta se pasó la bombacha para untarla allí y luego metérsela enterita en la boca. Eso nos encegueció de tal manera que Rami y yo quisimos cogerle la boquita a la fuerza, y más cuando la escuchamos eructar lamiendo su bombacha. Rami le ordenó que le eructe en la cara y lo pajee mientras el Tincho intentaba ubicar su cabecita roja entre sus pompis, Omar se vestía y el Rulo seguía con sus fotos, pero con la pija dura de nuevo. En ...
... eso el Tincho dijo que quería acabarle en las tetas ya. Así que la pendeja se puso de rodillas en el suelo y le fregó las gomas en la tripa con un ritmo espeluznante mientras se la escupía, y cuando podía le mordía la puntita. ¡y el guacho se las enlechó todas apenas ella le enterró un dedo en el orto, sin detener su fricción ni la violenta paja que me daba su mano izquierda! Ella se puso el corpiño, Omar y el Tincho se fueron para no despertar sospechas, y el Rulo quiso que la Tati se la chupe recostada en el piso. Ella se arrojó sobre su ropa revuelta y él se le sentó en la cara para ahuecarle aún más la garganta mientras la cerdita nos pajeaba, nos exigía que le peguemos con las pijas donde quisiéramos, estornudaba de nuevo y cruzaba las piernas frotándolas fuertemente. Todo hasta que el Rulo le gritó: ¡abrí las piernas y meáte toda puta de mierda!, mientras notamos que pronto acabaría, y así fue. De repente su pene salió disparado de la boquita de Tatiana y salpicó leche por doquier, aunque ella con su lengua ancha logró apoderarse de cada gota del Rulo, que transpiraba más que jugando a la pelota con nosotros, y se las tomó. Pero antes le sacó una foto a la nena así como estaba, tendida en el piso sobre su ropita meada, con la carita enlechada y con mocos. Rami y yo estábamos en la gloria encerrados en ese baño con semejante pendeja, y más cuando se sentó a mamarnos las pijas, por momentos de a una y a veces juntitas, sin dejar de frotar su cola en las baldosas frías y ...