La gallinita ciega - Relatos Eróticos

La gallinita ciega

... asustada, confundida y excitada se acosto tapandose con la sabana todo su cuerpo. En esos momentos comenzo a oir pasos que caminaban apresuradamente llegando a su destino. Se detuvo en la puerta de su recamara, su corazon comenzo a latir fuerte, se escucho que estaban girando la perilla de la puerta abriendola, los pasos entraron de pronto se paro enfrente de su cama levantaron las sabanas y dijo: -Elena estas despierta... murmuro Martina La joven abrio sus ojos prendio la luz de mano y la vio, su mirada era de interrogacion, Martina sonrio y dijo: -Anda pregunta Elena no sabia que decir solamente la veia de arriba hacia abajo, al verla casi desnuda por su blusa se notaban aun sus pezones erectos hasta que agarro confianza, pregunto. ¿Como empezo todo eso? Martina agarrando aire comienza a contar mi madre nunca se a casado desde que mi padre se fue con aquella mujer, ella siempre fue muy pero muy callada al cumplir los catorce años me di cuenta de algo y me puse a pensar que todo hombre o mujer tienen sus necesidades sexuales, se me hizo raro que nunca le conoci un novio o amigo, pues de ahi espiaba a mi madre pero no pasaba nada, asi como tu, una noche estaba dormida cuando oia ruidos de los resortes de la cama del cuarto de enseguida de vez en cuando se escuchaba gemidos de placer, me levante sali de mi cuarto, dirigiendome de donde venia aquel sonido nuevo para mi. La puerta de la recamara estaba entre abierta cuando me asome vi aquella espalda gruesa sudorosa y marcada ...

... tapando a mi madre los dos desnudos moviendose como locos ella abajo de aquel hombre mis ojos queria ver la cara de aquel macho que metia su pene erecto dentro de mi mama, pero no me esperaba lo siguiente por detras de mi me abrazaron me asuste pegue un grito aaaaaaaayyyyy, me dijieron tranquila los vas interrupir. Voltie a ver aquel hombre era tu padre Elena... a decir tu padre Elena abrio mucho sus ojos, comenzo hablar entre dientes diciendo no, no, puede serrr. Martina al verla que su rostro cambio de angustia dijo pues sigo. Elena la ve y con su cabeza afirma lo que martina le preguntaba... bueno en que me quede aaaaahh si ya se voltie a ver aquel hombre me dijo vamos dejemos los solos me jalo y llevo a mi cuarto cuando ibamos entrando me abrazo por detras diciendome en el oido quieres ser mujer... mis ojos se abrieron mucho. ¿Y quien era aquel hombre?, sonrio Martina dice mejor no te dijo, volvio a preguntar ¿dime quien?, callo un momento y dijo don Samuel era el que cojia a mi mama, abrio los ojos Elena sin decir ninguna palabra, pero sus pensamientos fueron interrupidos por la voz de Martina ¿sigo o no? ehi, dime pues grito, esta bien contesto Elena...entrando al cuarto me abrazo por detras diciendome en el oido quieres ser mujer me volteo al verme me comenzo a besar primero no correspondi pero luego comence a mover mi boca, las manos de don carlos agarro mis senos apretandolos suavemente nuestras bocas separamos para que sus besos lamidas y chupadas bajaran a mi cuello ...