1. El bosque de los orgasmos (halloween)


    Fecha: 03/07/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Touluose, Fuente: xHamster

    ... lengua, rebusca hasta dar con el clítoris. No usa las manos, solo para sujetarse a las piernas y evitar caerse hacia atrás. Isabel cierra los ojos y disfruta del viaje hacia el placer que le está regalando su pareja.Después de escucharse unos tímidos gemidos, ambas se encuentran desnudas en mitad del bosque. Por un lado con las vistas del valle frondoso de vegetación y por el otro una pequeña pared de roca coronada por hierba alta que evita que las vean posibles senderistas.Usan sus ropas y mochilas para acomodarse sobre el manto dorado que forman las hojas caídas. Carla es la afortunada que sentada sobre las hojas y recostada sobre las mochilas para no hacerse daño con la pared de roca, puede ver las vistas mientras Isabel la colma de placer con su boca y habilidosos dedos. Entre gemidos y cuando el placer le permite abrir los ojos, observa el paraje y ve como una pequeña nube va penetrando y ascendiendo por el monte. Llega a estar a unos metros de ella. Una nube de niebla de 30 o 40 centímetros que se desliza por el suelo. Cambian varias veces de postura para regalarse momentos de placer mutuamente. Un 69, la tijera, la ...
    ... cuchara, el misionero, el columpio, etc… Todo un sin fin de posturas y posiciones para disfrutar del sexo en su más amplio sentido. Por cada cambio es inevitable que parte del manto dorado del bosque se vaya adhiriendo a sus cuerpos. Los pies, piernas, espaldas… Los distintos fluidos sexuales y el sudor actúan de adhesivo. Sin poder remediarlo llega un momento en el que ambas pierden la noción del tiempo y de donde están. Su pasión les arrebata la razón y la cordura. Comienzan a tener sexo como a****les, de forma salvaje. Sus orgasmos se suceden, el bosque comienza a oler a sexo y los gemidos y gritos de placer corrompen la paz del lugar.Sin embargo, nunca más se ha sabido de ellas dos, ni siquiera se ha llegado a encontrar nunca ni su ropa ni ninguna pertenencia de ninguna. El bosque y esa mágica neblina las envolvieron de tal forma a ellas y su placer desmedido, que hoy en día, si paseas por la zona boscosa del Valle del Genal y prestas atención, a veces podrás creer que en la lejanía resuenan gemidos de placer. ¿Serán los suyos? ¿Serán de ninfas? ¿O solamente un canto de sirena del bosque que te lleva a la desaparición? 
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