Culebron sexual
Fecha: 06/07/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... más. Yo ya estaba muy caliente, y entre tanto movimiento y sabiendo que el vecino se la estaba cascando viéndonos, me corrí enérgicamente haciendo lo posible para no hacer ruido. En ese momento me habría gustado que viniese y nos follase a las dos. Pero de momento me llegaba de sobra con Nuria. Ella todavía no se había corrido, así que para gozar más me hizo sentarme en el suelo al igual que ella, para rozar nuestras almejas. Fue increíble. Notaba sus labios tocando los míos. Notaba su humedad. Nos movíamos frenéticamente para llegar a un nuevo orgasmo. Estabamos sudando, empapadas! Hacia muchísimo calor y yo me ponía cada vez más cachonda. Le tocaba las tetas con una mano mientras con la otra me apoyaba en el suelo. Si pudiese la habría besado, pero nuestros parapléjicos movimientos y la postura lo impedían. Me suplicaba que no parase, y yo desde luego que no paraba. Aumentamos el ritmo y al fin ella se corrió, y tras los últimos latigazos de su orgasmo me tumbo boca arriba para besarme y frotarme el clítoris con los dedos. Metió un dedo en mi vagina mientras que con el pulgar me frotaba el clítoris. Yo quería hacerle lo mismo pero me estaba corriendo ya. Un momento de trance se apodero de mí y permanecí con los ojos cerrados y la boca abierta sin poder ni gemir mientras mi almeja palpitaba en largos latigazos del intenso orgasmo que me había proporcionado Nuria. Aquel día se quedo a dormir en casa como ya hacia casi siempre. Normalmente solía dormir en la habitación que ...
... teníamos para ella, pero aquella noche dormimos las dos juntas en mi cama y desnudas. No dormimos mucho...estuvimos casi toda la noche besándonos, abrazándonos, tocándonos y masturbándonos. Nunca antes había hecho esto con una chica, pero desde entonces no me importo repetirlo, y aun menos si entre las dos se encontraba Alex. Para el esto fue un éxtasis sexual. Pero ya lo contare en otro relato. Siguiendo con la historia y tras haber pasado unos días, Nuria había pedido el fin de semana libre, y por lo tanto no estaba. Y yo tampoco salí aquel sábado porque no me apetecía y además Alex tenía que estudiar y tampoco saldría. Por lo tanto estuve viendo la tele hasta tarde con mi madre, que tampoco trabajaba, mientras mi padrastro dormía ya. Se hizo tarde, me despedí de mi madre y me fui a mi habitación a acostarme. Como hacia calor deje las ventanas abiertas con la persiana subida pero las cortinas cerradas, para que entrase el aire pero no los mosquitos. Me quite la ropa y me deje la camiseta de tiras y las bragas, para dormir destapada. Cuando llevaba ya un par de horas durmiendo, el vecino había entrado en nuestro jardín (lo cual no le costo trabajo ya que la verja es baja) y entro en mi habitación por la ventana, que solo esta a poco mas de un metro del suelo. Se acercó a mí y me puso la mano encima de la cintura sacudiéndome para despertarme. Logro despertarme y al darme la vuelta hacia él pensando en que seria mi madre, me sorprendí al verle aquí, y más aun viendo la navaja ...