Orgía en el campo
Fecha: 08/07/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Muy buenas queridos lectores. Os voy a contar una historia que me ocurrió hace unos seis meses, y que de forma rotunda cambió mi vida. Desde aquel día me he convertido en una auténtica ninfómana, y prácticamente a diario necesito mi dosis de sexo. Mi nombre es Nuria. Tengo 32 años. Soy morena, de estatura media, bastante guapa de cara y con un cuerpo resultón. Hasta que ocurrió lo que a continuación os cuento, había follado en no demasiadas ocasiones con personas distintas de los dos novios con los que había salido. El sexo con ellos era de lo más aburrido, limitándose a penetrarme al estilo tradicional y sin buscar nuevas posturas y situaciones que alegraran un poco las veladas. La historia ocurrió un sábado del mes de julio, cuando me disponía a visitar una casita de campo que había visto anunciada en internet, y que se ajustaba bastante a lo que andaba buscando en ese momento para abstraerme de la ruidosa y acelerada ciudad. Acudí al lugar que indicaban en el anuncio y tras varias vueltas por caminos forestales sin ninguna indicación, ví una casa de madera que parecía habitada y decidí entrar a preguntar. Bajé del coche y llamé a la puerta con los nudillos mientras preguntaba en voz alta si había alguien. Tras varios minutos de espera, y dado que parecía no haber nadie, decidí desistir en mi intento y seguir buscando a mi aire. Pero antes dí una vuelta completa a la casa y de repente ví a un tipo alto y con el pelo largo que se escondía tras la cortina. Me asusté y pensé ...
... que lo mejor sería salir deprisa de ese lugar para evitar problemas. Me dirigí a mi auto pero cuando quise abrir la puerta alguien me lo impidió. Otro tipo distinto al que había visto a través de la ventana, me agarró bruscamente del brazo y me metió en la casa, advirtiéndome que si gritaba, amén de no ser oída por nadie, recibiría una tremenda paliza. El tipo me lanzó al suelo que estaba cubierto por una gruesa alfombra y fue ahí cuando pude ver donde estaba metida. En la casa había cinco tipos con bastante mala pinta y una sola mujer. La chica, estaba completamente desnuda y atada con una argolla al cuello y una cadena que llegaba hasta la pared. Parecía maltratada y actuaba al parecer totalmente en contra de su voluntad. Tuve poco tiempo para evaluar la situación pues los acontecimientos sobrevenían rápidamente. Uno de los tipos se levantó del sillón y llamó a la chica diciendo: " Vamos puta. Acercaté a gatas y chupame la polla." La chica se acercó lentamente y cuando llegó a donde se encontraba el tipo, puso cara de guarra en celo y desabrochándole la bragueta, le sacó la verga y comenzó a chuparsela con verdadera maestría. Otro de los tipos se acercó a mi y cogiéndome del pelo me dijo: " estás viendo lo que hace tu amiguita" " Pues tú tienes que hacer lo mismo zorra de mierda". Mientras me decía eso me soltó dos ostias de vertigo y poniéndome tumbada boca abajo, me agarró de la cintura y me levantó el culo, colocándome con el mismo en pompa. Acto seguido me subió la falda ...