1. La vecina y su hermana


    Fecha: 01/10/2017, Categorías: Confesiones Grandes Relatos, Autor: Rábano, Fuente: CuentoRelatos

    ... ruido me levanté y tomé una tanga de las que estaban sobre la cama de la hermana de Ana y empecé a fantasear con Mónica, a diferencia de Ana, su hermana Mónica tiene mucho mejor cuerpo, ella debe de tener como unos 38 o 40 años y para su edad se ve muy bien tiene un culo perfecto, un cuerpo deseable para cualquier hombre y un par de enormes tetas al igual que su hermana, mientras fantaseaba y olía una de las tangas de Mónica me di cuenta de que la puerta del baño estaba abierta así que pensé que tal vez habría un par de bragas usadas con el rico olor de su vagina y para mí suerte así fue, en el baño había un cesto con poca ropa sucia de Mónica y entre el poco montón había una tanga de encaje color rosa manchada por los ricos fluidos de Mónica así que empecé a oler y lamer la tanga hasta que no aguante más y empecé a masturbarme con aquella tanga color rosa, solo podía imaginarme cómo se vería Mónica o Ana completamente desnuda, mi excitación fue tan grande que me vine enseguida y mi semen manchaba aquella tanga rosa, empecé a buscar más entre la poca ropa que había en el cesto y mi suerte aún no me había abandonado había encontrado otra tanga, la tomé y la guarde en mi mochila puse la otra hasta abajo del cesto y limpie donde había caído gotas de semen, salí del baño y terminé rápido el trabajo de la computadora, quería irme lo más pronto posible para poder masturbarme con la tanga que había robado así que termine de arreglar la computadora y salí casi corriendo a mi casa ...
    ... no sin antes ver de nuevo aquellos pezones de las grandes tetas de Ana marcados sobre su blusa, cuando llegue a casa saque la tanga que había robado y empecé a oler y lamer los restos del fluido vaginal de Mónica cómo loco. Varios días después me encontré a Ana en la calle y me dijo que su celular estaba fallando que si podría ir a revisarlo a lo cual acepte sin dudar. Cuando llegué Ana estaba a punto de salir y Mónica no estaba ya que trabaja todo el día, Ana iba muy bien arreglada tenía puesto un vestido escotado que se le veía de maravilla así que le dije que tal vez mañana revisaría su celular y me dijo que me lo llevará y se lo diera en la noche o al otro día, para mí gran suerte me dijo que lo había dejado adentro de su casa así que me dio las llaves de su casa para que sacará el celular y que me lo llevará y que en la noche cuando regresará pasaba por el celular y las llaves, me había confiado las llaves de su casa, por mi mente pasaron miles de cosas, pensé, soy el más afortunado del mundo, pensaba en robar un par de bragas usadas de Ana y Mónica. Abrí la puerta y en la sala sobre una mesa estaba el celular que iba a llevarme, estaba dudoso una vez más, con el corazón latiendo a todo lo que daba mientras me preguntaba si robar la ropa interior o solo tomar el celular y marcharme, mis demonios internos ganaron, entré a la habitación de Ana y sobre una silla había un gran sostén, era tan grande como mi cara o mayor no pude dejar de verlos, estaba a punto de hacer lo más ...