1. Mi amiga y su novio me usaron en la montaña


    Fecha: 09/07/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Margaryt, Fuente: CuentoRelatos

    ... contado. —Y dime Marga: ¿crees que algo así calmaría su deseo?, o solo lo acrecentaría más. —Depende del hombre Laura, un hombre que no desea compromiso podría empezar y no parar, pero alguien como Sergio, que te quiere y que solo está falto de experiencias, creo yo que lo que necesita es un empacho de sexo, después tu amor lo llenará de sobra; pero no te lo puedo asegurar, la vida es un misterio Laura. —Pongamos que te doy la razón, que me propones que haga en ese sentido chica, ¿tú estarías dispuesta Marga?, contigo no me sentiría "atacada" por otra; ¿es eso Marga? —Si Laura, eso es; y esta casita en la montaña es la ocasión ideal. —Me pongo nerviosa de pensarlo, pero, me excita, también probar las dos. ¿Sabes una cosa Marga? —Dime mi morena guapa. —Lo que me hacía no querer probar con chicas era temor a que me gustara, cuando te toco me siento bien, sé que no me dará asco besar tu sexo, pero me da vergüenza decírtelo, mira que colorada estoy. —Entonces Laura, ¿te atreves a que lo hagamos los tres? —Si Marga, me atrevo, pero con una condición. —La que tú quieras Laura. —Pues que tomes tú la iniciativa, yo te dejaré hacer, pero que Sergio no sepa que lo hemos hablado y si se mosquea por pedírselo que sea contigo, ¿vale mi pelirrojita? —Vale Laura. Llegamos a la cabaña y Sergio había preparado la comida, ya eran las dos de la tarde. Dijo Sergio: —Venga, vamos a comer, qué habéis tardado mucho. Desde luego Sergio podría ser cocinero, todo estaba buenísimo; que el dueño de ...
    ... la casa hubiera dejado la nevera llena había sido estupendo. La primera noche no quisimos llevar a cabo nuestro plan, preferíamos esperar al día siguiente para que fuera algo no forzado. Yo dormí sola y, escuché como Laura y Sergio hacían el amor en la habitación de al lado; en el silencio de la noche en la montaña, su cópula sonaba mucho, era como si lavaran la ropa en una piedra del rio, "chapoteando". Ese ruido como de ropa mojada tras la pared de madera, hizo que se me acelerara el corazón y se me pusiera empapado el chocho; me tuve que frotar hasta correrme mientras los escuchaba. Fue muy excitante espiar involuntariamente el sonido de sus fluidos. El día siguiente fue decisivo: Laura propuso, como yo le había pedido, utilizar la sauna que había en el exterior, Sergio encendió la caldera y los tres nos acomodamos a la vez. Era una sauna pequeña, y solo tenía un banco de madera. Entramos solo con una toalla cada uno, como es habitual. La temperatura estaba en los setenta grados, Laura echaba agua fría de un cubo sobre las paredes calientes de madera, provocando una nube de vapor. Sergio estaba a mi lado, Laura al otro lado de él. Sudábamos mucho; Laura comenzó a acariciar los firmes muslos de Sergio y su pene empezó a levantar la toalla. Laura se quitó su toalla y dio un tirón de la mía dejándome desnuda, después dijo a Sergio: —Venga Sergio, no seas antiguo y quítate la toalla, un poco de nudismo con este calor sería lo ideal, verdad cariño. Sergio respondió: —Me parece ...
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