Mi debut en el mundo de los tríos
Fecha: 03/09/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Anal
Autor: Eleonora, Fuente: CuentoRelatos
... su prisión. Casi es imposible poder describirla. Larga… muy larga, gruesa… muy gruesa, dura y con sus venas muy marcadas. Su cabeza era enorme, llena de sangre que le daba un tono casi morado, mis manos no llegaban a poder a agarrarla por completo y aún con ambas manos no llegaba a cubrir todo su largo dejando su cabeza fuera de mi alcance. Miré a mi marido sin poder creerlo y mientras él recién comenzaba a sacarse la ropa me pidió, casi como una orden, que se la chupase. Me arrodillé entre sus piernas separadas y comencé por sus huevos enormes y compactos mientras pensaba como poder chupar ese palo gigante que estaba frente a mí. Apenas comencé a recorrer su tronco mi marido, ya desnudo, se puso por detrás de mí y me penetró vaginalmente. Así de ensartada empezó mi intento por comerme esa enorme pija. Abrí lo más que pude mi boca y de a poco y con esfuerzo me fue entrando. Podría decir que me sentí frustrada al no poder meter en mi boca mucho más que su cabeza por más que me esforzara y por más que ayudara empujando mi cabeza. Por ese motivo es que me dedicaba un poco a su tronco y un poco a su cabeza mientras mi marido seguía perforando mi concha. En un momento, alguien que realmente no recuerdo quién fue, dice de ir a la cama. Mi marido le dice al invitado que se acueste boca arriba y a mí que me lo coja. Realmente agradecí esa determinación, porque me permitía regular la penetración de ese enorme miembro. Me coloqué sobre él y de a poco me fue entrando. A pesar de la ...
... gran lubricación que tenía, me hacía doler, sentía como se expandían las paredes de mi concha y creía que nunca iba a poder comérmela entera. Su paciencia, mi calentura y cuando mi marido me metió la pija en la boca, ayudaron a que finalmente lograra mi cometido. Me sentía completa con esa pija me llenaba y un nuevo orgasmo hizo que la penetración se facilitara. Mi marido me saca la pija de la boca y por un momento creí que se iba a dedicar a observar. Sinceramente perdí noción del tiempo, pero en determinado momento sentí el certero escupitajo de mi marido en mi ano y que se acercaba por detrás de mí. Se acomodó y su miembro se fue enterrando poco a poco en mi culo. Nunca sentí tanto placer, mi concha y mi culo estaban llenos de pija. Ambos metían y sacaban sus pijas de mis agujeros, mi placer era total y estaba totalmente fuera de control. Mi marido se retira, se acuesta y me dice: “Vení a chuparnos un poco putita” Me salí y me puse a chupar ambas pijas. Podía no solo sentir el sabroso líquido pre seminal que de ellas salía, sino también el gusto de mi concha y de mi culo impregnado en ellas. Mi marido se toma por debajo de los brazos y me lleva hacia él. Me monté sobre él y comencé a cabalgarlo. Me acariciaba por completo; la espalda hasta que me reclinó y mis tetas se pegaron a su pecho, me acariciaba mis piernas y mis nalgas. Las apretaba y filtraba sus dedos en mi ano dilatado; cada vez más agarraba y separaba mis nalgas, hasta que adiviné sus intenciones y se lo pregunté ...