Mi tía Laura 1ª Parte
Fecha: 01/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Lo que voy a relatar ocurrió hace muchos años, cuando yo tenía dieciocho. Lo que voy a relatar ocurrió hace muchos años, cuando yo tenía dieciocho. Yo estudiaba en la Universidad el segundo curso de la carrera de Medicina en una ciudad del interior del país a tres horas y media en coche del mar. Mis tíos se habían comprado un apartamento en la playa y lo habían puesto a nombre de mi tía L.. Un día me llamó mi tío para preguntarme si le podía hacer un favor. Mi tía debía firmar unos documentos en el notario de la localidad donde habían comprado el apartamento, pero él tenía mucho trabajo y no podía llevar a mi tía. Me preguntó si la podría llevar yo. Cuándo hay que ir, le pregunté. El próximo Martes el notario ha citado a tu tía a las seis de la tarde. Sin problema, yo terminó las clases a las doce. Recojo a la tía cuando salga y nos vamos a la costa. Muy bien se lo diré a tu tía, podéis comer por el camino. Tu tía del notario saldrá hacia las siete, así que antes de las once de la noche estaréis de vuelta. El problema es que yo tenía un 600, un coche poco apropiado para una señora como mi tía, y por ello mi tío me prestó uno de sus coches para que el viaje fuese más cómodo para su mujer. Ese viaje con mi tía me hacía una gran ilusión, pues yo tenía fantasías sexuales con ella y me hacía muchas pajas imaginando que la poseía por todos los orificios de su precioso cuerpo . Era la hermana menor de mi padre y se llevaba bastantes años con él. Tenía ella entonces treinta y cinco ...
... años, una edad ideal en la mujer. No era muy alta, su pelo era negro, sus ojos también negros, sus senos no eran muy grandes pero eran bellos y proporcionados, su culito era lo mejor, era respingón y los tacones que solía llevar se lo realzaban al contrastarlo con su cinturita de avispa. En fin una preciosidad muy manejable. Tenía dos hijas ,de once y ocho años. Los día anteriores al viaje fantaseaba yo imaginado las más extrañas circunstancias como que nos bañábamos desnudos en la playa y la poseía yo dentro del mar, y cosas por el estilo. También fantaseaba con que mi madre nos acompañaba en el viaje, hacíamos un trío y las dos se peleaban por ser la primera en ser poseída por mí. Por fin llegó el día del viaje. Naturalmente durante el trayecto no pasó nada de todo aquello que yo había fantaseado. A las seis le acompañé al notario, y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que no estaba. Mi tía alegó que teníamos cita con él, pero el oficial de la notaria nos dijo que había habido un malentendido pues la cita no era para el Martes, sino para el Miércoles. Mi tía pidió por favor que le dejasen un teléfono para llamar a mi tío, pero las comunicaciones entonces no eran como ahora y la conferencia se demoró casi una hora. Mi tía le explicó a su marido lo que pasaba. Él le dijo que me preguntara si tenía inconveniente en dormir allí esa noche, si era un trastorno para mí perderme las clases del día siguiente. Yo le dije que no. Así que nos quedaríamos a dormir allí y mañana ...