1. Capaces de cualquier cosa (I: La excursión)


    Fecha: 11/07/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... para meter a su amigo de plástico en su intimidad. Yo le mire retorcerse de placer, me quite el preservativo y se lo ofrecí -aun lleno de semen- diciendo "si masticas esto, luego te como el coño". Ella sonrió. Yo sabia que Sara haría eso con tal de que la volviera loca de placer con mi lengua, como a ella le gustaba, pero -fiel a su tradición- me sorprendió de nuevo. Si me lo come ella también, te limpio la mano Jessica, que había subido al coche de nuevo y -sentada en el asiento del copiloto- empezaba a explorar la entrepierna de Sara, asintió. Mi amiga chupo mis dedos con detenimiento. Que tal sabe la mierda inglesa? -pregunto Jessica, riendoNo tan bien como tu sudor - respondió Sara antes de aceptar mi "chicle" Tras empalarse a fondo en la palanca, Sara comenzó a temblar y tendió su brazo hacia nuestra nueva amiga. Ella creyó que simplemente necesitaba ayuda, pero -siempre imaginativa, siempre activa- lo que Sara quería hacer era acercar su cara a la de ella, para besarle y compartir su jugoso caramelo. Lo hizo justo cuando un pequeño chorro de semen y saliva salía por su comisura. Jessica se resistió al principio pero luego se dejo llevar, llegando incluso a lamer los restos de corrida de la barbilla de Sara. Aurelie, a la que el vibrador y las embestidas de Jean-Pierre mantenían mas que ocupada, interrumpió la escena desde el asiento trasero, pidiendo a gritos a su amigo que elevara la potencia del juguete vaginal al máximo. Jean-Pierre - dije, mirando hacia atrás - ...
    ... estas tías son lo mas cerdo que he visto nuncaNo lo has visto todo, chiquitín - me susurro Sara entre jadeos y mascando el chorreante plástico con la boca abierta, mientras Jessica le ayudaba subir y bajar el culo-. Tu no sabes realmente a lo que podemos llegar con tal de que nos hagan gozar... De pronto, se detuvo, arqueando la espalda hacia atrás y golpeando la cabeza contra el cristal del coche varias veces, en un violento orgasmo asistido por los masajes de Jessica en su clítoris. La palanca brillaba en su parte baja. En cuanto recupero el aliento, continuo hablando, aun con los ojos cerrados, acariciándose los pezones. Con tal de disfrutar de cosas como esta - dijo entre susurros- somos capaces de cualquier cosa... de cualquier cosa... Aurelie -como confirmando lo dicho por su amiga- anuncio su enésimo orgasmo con un nuevo grito. Sara se recupero y beso de nuevo a Jessica, mientras salía lentamente de la brillante barra en la que estaba ensartada. Un ligero masaje en su entrepierna le ayudo a sobreponerse. - No os habréis olvidado de vuestra promesa, no? -dijo sonriente- Pero ahora necesito estar mas cómoda. Podemos subir a tu piso? -pregunto a la inglesa Jessica nos hizo subir al apartamento. Desde el garaje, unas escaleras llevaban al salón, y, un piso mas arriba, estaba su habitación. Allí, ambos cumplimos con Sara, que se retorcía cómodamente en la cama ante el estimulo de nuestras lenguas, mientras los franceses terminaban su tarea en el coche. Cuando terminamos, ...