Capaces de cualquier cosa (I: La excursión)
Fecha: 11/07/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... besaba diferente, gemía diferente, tenia tetas diferentes... vamos, que iba a por todas (o casi). Pero volvamos a la estación de Bath y al encuentro con las borrachuzas de nuestras chicas. Sara soltó a Aurelie y se dirigió corriendo y gritando hacia mi, dejando a la francesa tambaleante, que tuvo que agarrarse -para no caer desplomada- a un joven hombre de negocios que pasaba por su lado. Estaban mucho mas borrachas de lo que habíamos creído en un primer momento. Mientras Sara me besaba apasionadamente, Jean-Pïerre recogía a Aurelie y se excusaba ante el sorprendido "ejecutivo", al que Aurelie ya miraba con ojos de deseo mientras abrazaba su pierna. Cómo estas? - le pregunte a Sara tras el primer besoCachonda - respondió sonriente. Y muy, muy borracha - dijo al tiempo que se giraba hacia Aurelie La francesa no se tenia en pie. pensé que, por muy borracha que estuviera, algo mas debía ocurrirle. Su falta de estabilidad estaba fuera de lo normal. Que le has hecho? - le pregunte a Sara, que rompía a reír.Pfff... nada. Ha perdido una apuesta... - dijo mientras, agarrandome de la mano, me llevaba hacia nuestros amigos Aurelie tenia una constante cara de felicidad, emitía leves gemidos, y tenia las piernas en una posición muy rara. Yo me preguntaba que coño habría pasado en el viaje en tren. Sara y Aurelie tenían un examen, y Jean-Pierre y yo nos adelantamos para ir a Bath -origen de nuestra excursión- unas horas antes, alquilar el coche y esperarles en la estación. Bueno, es ...
... que... - comenzó a explicar Sara- el examen nos ha salido bien. Hemos decidido celebrarlo bebiendo algo por el camino, y... la bruta de Aurelie ha comprado una botella de vodka estonio. 50 grados de alcohol, y sin nada para mezclar. Antes de salir de Londres, ya estábamos cocidísimas, dando el cante en el anden. Por suerte, el tren estaba casi vacío, pero... Aurelie asentía y reía. Yo tuve que agarrarle del otro bazo, ya que Jean Pierre solo no podía con ella. Seguía gimiendo, cada vez mas alto, y murmuraba, mirándonos: Bais... MMMhhhhh... baisez-moi... mmmhhhhhh… " Folladme , folladme ", repetía en francés, entre espasmos. Alucinados, Jean-Pierre y yo hacíamos lo que podíamos. El le tocaba el culo (nuestras manos se estorbaban en la concienzuda tarea de masajear su ojete, todo hay que decirlo) y le metía la lengua en la oreja. Ella, mientras, trataba de besarme con la boca abierta, aunque lo máximo que conseguía era lamerme los labios con la punta de la lengua. Yo me ocupaba de sus tetas con mi mano libre. estábamos los cuatro abrazados, Jean-Pierre, Aurelie y yo en línea, y Sara enfrente nuestro. Sara continuaba su historia, pero se interrumpía continuamente para besar a Aurelie, la mas necesitada, tratando de calmarla, mientras le acariciaba la entrepierna por encima de sus ajustados vaqueros. Le bajo la cremallera del pantalón y comenzó a masajear con disimulo las bragas de la francesa, mientras frotaba los puntiagudos pezones de sus pequeñas tetas contra los suyos. Sara ...