Capaces de cualquier cosa (I: La excursión)
Fecha: 11/07/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la regulación mas baja era capaz de generar un cosquilleo suficiente para poner en onda a una usuaria calenturienta, a máxima potencia derrumbaba a orgasmos a la mas mojigata de las mujeres. Cuando Sara nos contó en que consistía la apuesta, comprendimos por fin lo que le pasaba a la pobre Aurelie. El vibrador solo estaba regulado a nivel dos (de cinco), pero era evidente que nuestra francesita se lo estaba pasando demasiado bien como para mantenerse en pie sola. Entre lo caliente que era normalmente y la pequeña ayudita del invento que llevaba entre las piernas, no era extraña la palpable humedad que Jean-Pierre y yo notábamos al explorar sus bajos, contra la pared. Cuantos orgasmos has tenido, ma petite pute? - le pregunto Jean-Pierre al oídoNo... no se... cinco, seis... este aparato me pone a mil.... -respondió entre jadeos con los ojos cerrados- ...luego me vais a dar...mi merecido... mmmmhhhh... verdad?...Yo te voy a dejar que me lo comas todo, bonita -intervino Sara, también gimiendo mientras mordisqueaba los labios de su amiga- ...para compensar las ganas con que te has quedado, ok?...Si... -gimió de nuevo Aurelie-... pero los tres...mmmhhhh... los tres a por mi, ok?... los tres...Y mas, ma petite, mas de tres, si quieres -insistió Jean-Pierre, agachándose ligeramente para presionar desde abajo el aparato, bien mantenido por los prietos vaqueros, hacia el interior del húmedo agujero de la chica, que soltó un aullido que hizo girarse a algún transeúnteSi... -añadió ...
... Sara, cada vez mas ansiosa por el efecto que mis juguetones dedos estaban causando, disimuladamente, en su clítoris- si quieres alguno mas que a nosotros, no tienes mas que decirlo, que yo te lo consigo... Sara continuo su relato. El resto del viaje había sido un constante acoso por parte de Aurelie a Jessica, con ella observando divertida los devaneos de su amiga. Jessica no se dejo convencer -continuo explicando Sara- pero tampoco se iba del vagón, lo que le extrañaba muchísimo. La inglesa tampoco se movió cuando Aurelie admitió su derrota y se bajo los pantalones para que se le aplicara el dulce tormento. Cuando el espectacular cuerpo de la francesa, tendido sobre el sillón, se retorcía de placer al introducirle lentamente el vibrador, ya en marcha, Sara sorprendió dos veces a Jessica, nerviosa, que no quería perderse detalle de la operación. Pero sin duda, lo que mas le choco fue que, al salir del vagón, Jessica paso su mano por su trasero, robándolo descaradamente, mientras se despedía con un breve "good bye". No se -me dijo mi amiga cuando termino su historia- crees que en el fondo quería algo?Creo que si -respondí yo entre beso y beso- mírala, hay tres taxis libres y ella aun esta allí, mirándonos...Que se joda -dijo Sara, volviéndose- ya ha tenido su oportunidad... Al terminar Sara su relato, decidimos volver al coche. Aunque estábamos abrazados y cada movimiento era muy disimulado, cuatro personas metiéndose mano no es el mejor espectáculo para una estación de un país ...