1. Miriam no me deja en paz


    Fecha: 11/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Duro Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... dedicó una gran sonrisa de satisfacción.Siguió avanzando, gateando sobre mí hasta llegar a mi boca para darme un intenso beso de lengua. Pude sentir el sabor salado de mi propio semen en sus labios…Se sentó sobre mi regazo y la sombra de sus areolas me invitó a devorar sus erectos pezones entre mis labios. Por unos minutos me perdí entre esas hermosas y firmes tetas, lamiéndolas con toda desesperación. Luego Miriam volvió a descender sobre mi cuerpo.Sus suaves erectos pezones rozaban el vello de mi pecho, provocando una sensación eléctrica muy excitante Ella bajó rápidamente hasta sentir como mi verga era rodeada por esas dos maravillosas tetas.Miriam volvió a sonreírme, mientras me masturbaba la pija entre sus firmes tetas. Se detuvo de repente, dejándome casi al borde de acabar y otra vez una sonrisa malvada se dibujó en su boca.Se paró fuera de la cama; deslizó su tanga humedecida hasta los tobillos y me dejó ver esa concha depilada, con un leve brillo debido a la humedad generada por toda esa situación erotizante.“Es mi turno…” Volvió a ronronear de manera felina…Yo solamente asentí y ella comenzó otra vez a gatear sobre mí, sin quitar su mirada de mis ojos. Avanzó por mi cuerpo hasta sentarse completamente sobre mi cara, poniendo su deliciosa vagina en mi nariz y boca, casi sofocándome.Sin perder tiempo, aferré sus firmes nalgas y comencé a saborear los deliciosos fluidos que emanaban de esa humedecida vagina.Uno de mis dedos buscaba mientras tanto esa estrecha ...
    ... entrada trasera, separando sus sonrosados cachetes.Al encontrarlo y acariciarlo una leve convulsión sacudió su cuerpo.A Miriam le encantaba eso, mi lengua en la humedad de su concha y un dedo invadiendo su estrecho ano…De repente supe que ella quería más que eso. Arqueó su espalda y sus dedos entraron de lleno en su concha ahora chorreante, humedeciéndolos. Luego acarició la punta de mi verga, lubricándola con sus propios jugos.Mientras ella se dedicaba a eso, yo pude contar un par de orgasmos que le había provocado con mi lengua.Miriam parecía estar desesperada; había perdido el control de su cuerpo, acariciaba mi verga con furia y levantaba levemente sus caderas invitándome a lamer su ano, a lo cual accedí sin chistar.Comenzó a retorcerse de placer cada vez que mi lengua rozaba los pliegues estriados de su estrecha abertura trasera. Mientras le acariciaba el clítoris con mi pulgar, lo cual le provocaba unos intensos gemidos…Miriam tuvo otro par de orgasmos apenas disimulados, con mi dedo en su clítoris y mi lengua lamiendo su ano.Cuando ya no aguantó más, descendió otra vez por mi cuerpo hasta empalarse ella misma sobre mi verga erecta.Me cabalgó con furia, mientras nuestras miradas se cruzaban y ella gemía y jadeaba sintiendo los golpes de mi verga dura dentro de su hambrienta vagina.Finalmente se aferró a mi nuca; arqueó su espalda hacia atrás y acabó aullando como una perra, sintiendo un orgasmo brutal; uno de los más intensos que yo jamás había visto tener a esa hembra ...