Tres viejas y un sátiro (3)
Fecha: 12/07/2018,
Categorías:
Dominación
Gays
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
-Vamos a trabajarte el culito para que te entre bien la verga de mi hermano… -me dijo Herondina… -y agregó: -La tiene gorda, ¿sabés?... Jejeje… Al escucharla me estremecí de miedo y ganas a la vez, ¿le haría daño a mi culito una pija gorda?... ¿cómo se la sentiría yendo y viniendo? Cuando Herondina me lo metió por primera vez sentí un dolor tan intenso que grité… Pero para mi alivio ese dolor fue atenuándose y desapareció en el momento en que el consolador estuvo todo adentro y empezó a ir y venir… ¡Qué goce me daba! Tanto que yo no dejaba de gemir y jadear mientras iba asumiéndome como putito y las tres viejas se burlaban sádicamente y mí eso me calentaba más todavía... Fue cuando Petra me estaba violando que sonó el timbre… Herondina fue a abrirle y un momento después entró con su hermano en la habitación… Petra me sacó el consolador del culo y clavé la vista en el recién llegado… “¡Ay, qué hombrote!”, me dije… Es alto, robusto, calvo y algo panzón… -Parate, Jorgito, que mi hermano te vea bien… -me ordenó Herondina y obedecí, claro… Miré al recién llegado y sentí que una de las cosas que me calentaban era la expresión perversa de su cara… Durante un momento me comió con los ojos y dijo: -Es increíble el cuerpo que tiene, parece el de una nena… Además es muy lindo de carita… -Y ahora mirale el culo... –intervino Herondina y me ordenó que me diera vuelta… Obedecí y escuché la exclamación del hombre: -¡No se puede creer! ¡Tiene el culo de una chica!... Bien empinado y ...
... redondito… -Y ese culito es todo tuyo, Rogelio, pero primero que te la chupe y se trague toda tu leche… -¡Claro que sí! –aprobó el hombrote y me hizo ir hacia él mientras se bajaba los pantalones y el bóxer… Las tres viejas formaron un semicírculo alrededor de mí y Herondina me urgió a hacer mi tarea: -Vamos, Jorgito, a chupar y te tragás todo. No quiero que escupas ni una sola gota. ¿Oíste? -S… Sí, señora, lo que… lo que usted diga… -murmuré dándome cuenta de que me excita muchísimo que me dominen… Y empecé a chupar esa pija que fue cobrando vida en mi boca, hasta ponerse durísima… La señora Herondina la había descripto muy bien: no es muy larga pero sí bien gorda… La sentía presionando de un costado y del otro de mi boca mientras me deleitaba con los gemidos y jadeos del señor Rogelio, que me hacían saber que se la estaba chupando bien… Me tenía agarrado del pelo y por fin se corrió gritando y echándome varios chorros de semen que tragué ávidamente… -Abrí la boca… -me ordenó Herondina… -Ah, muy bien, Jorgito, tragaste todo… -Sí, señora, como… como usted me lo había ordenado… -Sos perfecto, Jorgito, sos tan lindo como una nena, sos muy putito y muy obediente… Ni loca dejaría que te nos escapes… Sos nuestro, Jorgito; sos mío, de Lola, de Petra y de mi hermano… Decilo… -S… sí, soy de ustedes… Soy suyo, señora Herondina, de la señora Lola, de la señora Petra y de su hermano, el señor Rogelio… -Muy bien, putito, a partir de ahora, cuando terminás de cenar te venís para acá, ¿oíste?... ...