NATACHA
Fecha: 12/07/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
NATACHA Mi madre se ganó la vida en un bar de caballeros, era mitad bailarina y mitad prostituta, era una mujer muy bonita, extremadamente bonita y se había hecho bastante famosa, todos querían cogerse a ‘Natacha’, esto le permitió hacer una suma interesante de dinero y salir de la mediocridad de esa vida. Cuando tenía unos cuarenta y pico de años ya era la dueña de un par de lugares, ya no ejercía, ni el baile ni el otro oficio, ya no cogía por dinero, lo hacía por placer y a pesar de la edad seguía siendo sumamente bonita y sensual. Fue ahí cuando quedó embarazada de mí y llegué al mundo cuando ella estaba bastante mayor, soy su único hijo, dijo que no sabía quién era mi padre porque en esa época aún se acostaba con muchos hombres, nunca supe si fue verdad ó quiso ocultar su nombre. Así me crié en ese ambiente, aunque ella trataba de resguardarme yo sabía de que se trataba y me encantaban las plumas. Hasta los veinte años ella fue mi sostén, siempre me aceptó como era, con mis gustos y con mis sentimientos, así pagó todo y cada uno de mis pedidos, mi hormonas, mis operaciones de rostro, el sacarme dos costillas, mis implantes, mi nariz, estaré eternamente agradecida a mamá, la mujer que me hizo quien soy… Lamentablemente ella enfermó terriblemente y los gastos para su salud se hicieron cuesta arriba, lentamente y sin pausa fuimos gastando peso a peso, todo, los ahorros de una vida se fueron en pocos meses. Al morir mamá ya no quedaba nada, ni una moneda, todo se lo había ...
... llevado el viento. Y me encontré muy sola, sin una mano que me ayudara, la única salida fue prostituirme y aún hoy agradezco el cuerpo esculpido que me dejó mamá. Son tiempos muy duros, de un día a otro he salido a caminar la calle, a tener sexo con enfermos mentales, con sádicos, a veces al llegar el amanecer me doy cuenta que me había acostado hasta con siete u ocho tipos distintos, es tener sexo rápido y volver a la calle, uno tras otro, mi cuerpo no aguanta. Encima para trabajar tengo que pagar un ‘protector’, un tipo que vive de chicas como nosotras y se lleva buena parte de lo recaudado, solo para poder estar en paz, porque es eso ó lidiar con la policía, que no nos deja trabajar tranquilas, nos detienen y nos mandan al calabozo, y si están molestos nos golpean y si están mimosos nos violan. Y hoy me llamo Natacha, en honor a mamá y tengo miles de historia para narrarles, pero la verdad es que casi todas son tristes, solo sexo, nada de amor, pero cuento con los dedos de una mano alguna historia diferente, y les dejaré una de ellas. Recuerdo perfectamente la noche, era un veintidós de diciembre, víspera de fiestas y el calor era insoportable, había comprado una lencería acorde a la fecha así que cerca de media noche me preparé para salir a matar. Me depilé casi por completo, soy bastante presumida y me gusta verme bien, apenas dejé unos pocos bellos cortados al ras de no mes de un centímetro de ancho sobre mi sexo, nada más. Me bañé y mientras peinaba y acomodaba mi larga ...