Por histérico y maricón
Fecha: 12/07/2018,
Categorías:
No Consentido
Autor: diosapuerca, Fuente: CuentoRelatos
... también. -"¡Se vaaa la segundaaaaa!!!" Exclamó María Gladys soltando enseguida la carcajada, que todas acompañaron con un femenino coro estridente largando las carcajadas también. Aquel muchacho enloquecía sintiendo lo que le hacía María Gladys, sin poder evitar nada de lo que ella decidía. María Gladys lo torturaba sutilmente haciéndole cosquillitas atroces, y en cosa de minutitos más... otra vez la verga aquélla estaba largando otro chorro blanquísimo y más abundante todavía que el anterior, saltándole en cómica parábola loca que en una altura como de dos metros, volaba por el aire chorreando a varias chicas que curiosas, acercaban sus caras para ver mejor. La gritería alocada, hizo que la directora llegase y comenzara a golpear la puerta con gritos enfurecidos, y todas -incluida María Gladys obviamente-, saliéramos disparadas escapando a las carcajadas por allá por una puertecita del fondo. Javi fue quien le abrió finalmente la puerta a la diré luego de subirse los pantalones, recibiendo de ésta el reto más enfurecido sin escucharlo en ni una palabra a él que llorando quería denunciar, para ser llevado por ésta a la Dirección, donde lo dejó en penitencia como tres horas. Al otro día, era sábado -recuerdo-. No teníamos clase, y los comentarios entre todas nosotras sobre lo sucedido, era un cotorreo sensacional, y Javi... ¡quería matarnos!!! Nos fuimos todas al parque allí en nuestro barrio, y el tema único, era lo sucedido en la tarde anterior allá en aquel salón del cole. ...
... Y Javi, que no sabía que nosotras habíamos ido al parque... ¡allá aparece! Una de las chicas lo ve aparecer entrando por el sendero de los pinos allá lejos, e inmediatamente nos escondimos en el más total silencio mientras María Gladys decía riéndose: -"Lo voy a capturar otra vez!!!" En la más expectante manera nos escondimos entre unos espesos matorrales a esperarlo que cruzase por donde estábamos, y a duras penas podíamos aguantar las carcajadas todas. María Gladys, nos imploraba que no delatásemos nuestra presencia allí con nuestras risas, que deseaba con locura volver a agarrarlo otra vez, y otra vez volver a hacerle "lo que había quedado inconcluso". Lo veíamos arribar vistiendo como única prenda en aquella calurosísima jornada de primavera, un pequeño shortcito, y notándosele su enorme bulto genital, una de las chicas notándolo exclamó en voz baja: -"¡Qué tremendo "paqueeeeeteee"!!!" Y eso hizo que varias no pudieran contener la risa, y el Javi... ¡escuchó! Rápidamente se detuvo, y advirtiendo que lo estaban mirando y que eran mujeres... ¡giró para emprender la huida! Todas salimos corriendo de donde nos encontrábamos y él nos vio reconociéndonos al instante, y viéndola a la María Gladys que era ya la primera adelante de todas corriendo tras él, comenzó a disparar desesperado, corriendo hacia la entrada allá a una distancia no muy cercana de allí. -"¡No dispares, cobarde, maricón!!!" -Le gritaba la María Gladys corriéndolo, varios metros ya delante de nosotras. Era ya ...