Follando regularmente frente a frente
Fecha: 13/07/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Fantasías Eróticas
Autor: Joseph20black, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Joseph y quiero contarles cómo fueron mis primeros encuentros sexuales con mi amiga Michel. Michel tenía unos pechos grandes que dejaban babeando a cualquier hombre que pasaba cerca de ella, tenía también un par de nalgas grandes y redondas que hacían desear tocarlas, poseía un cuerpo delgado y esbelto que encajaba bien con una cadera ancha que hacía ver bien a ese culo hermoso, era de ojos verdes y piel blanca. Después de haber tenido sexo por primera vez con Michel nuestra vida cambio, después de clases nos íbamos siempre de la mano a algún lugar solitario en la Universidad para poder dar rienda suelta a nuestra pasión sexual que tanto nos enloquecía. Siempre que estábamos solos en algún rincón de la Universidad ella me tocaba el pene cómo si fuera un juguete para tocar, parecía que a ella le excitaba tocarme el pene ya que lo masturbaba cómo si nada en el mundo le importara más, muchas de los tocamientos eran para excitarme, le gustaba que me excitara rápido, sólo bastaba con que ella me besara o tocara, para que yo pusiera cómo piedra a mi pene. A mi amada Michel siempre le gusto eso, decía que no me andaba con rodeos a la hora de coger, siempre que empezábamos con los juegos sexuales, me gustaba tocarle los pechos y también me gustaba juguetear con su vagina, metía mis dedos en ella hasta sentir cómo se retorcía por el placer, debo admitir que siempre me gusto complacerla, buscaba información adecuada para poder practicarle sexo de manera satisfactoria, ...
... cómo por ejemplo busque por mucho tiempo formas de masturbarla, de verdad eso funcionaba ya que tocaba sus labios vaginales, vulva, clítoris y debes en cuando buscaba su punto G para poder hacerla llegar, al principio fue difícil ya que cómo se sabe bien no es fácil ni rápido hacer que una mujer llegue s un orgasmo, así que era paciente y me esforzaba por tocarla bien, también le daba masajes eróticos y la consentía en toda su espalda, para así poder excitarla y poder penetrarla con éxito. Ella se dejaba dominar por mis intenciones y accedía a todas mis acciones, me gustaba frotar mi pene contra su vagina húmeda, siempre nos gustó frotar nuestros genitales mientras estuviéramos de pie, sentíamos mucha sensibilidad al hacerlo, de hecho en dos ocasiones nos frotamos en espacios públicos lejos de la gente, la primera vez fue en una cancha de futbol americano debajo de las gradas que impedían que nos descubrieran, la segunda fue en un observatorio que siempre estaba sólo y con mucho espacio. Siempre nos gustó tener sexo sin condón, los dos considerábamos que era mejor por la sensación que se sentía durante el acto, durante muchos años mantuvimos nuestros encuentros así, y sin ningún embarazo, ya que por lo regular teníamos sexo sin que yo me viniera adentro. Cuando pude trabajar y ganar un sueldo decente le pague a Michel un dispositivo que nos ayudó a tener relaciones con eyaculación, era excitante tener sexo con esa nalgona sin temor a embarazarla, disfrutaba penetrarla de frente ...