Marilyn Manson
Fecha: 14/07/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Kiss. Twiggy me llevó a una especie de reservado oscuro. ¿Intentaría algo Twiggy conmigo allí? - - - ¿No tienes miedo?- preguntó, con una mano en mi hombro. Yo estaba muy tranquila. Si no conseguía a Marilyn, Twiggy no era mal partido. - - - Nunca.- contesté, segura de mi misma. Miré a los sofás y me di cuenta de que allí había alguien. La sombra se levantó y pude ver que era muy alto. Su cabello negro y lacio. El corazón me empezó a galopar. - - - Marilyn, esta es la chica de la que te he hablado.- Twiggy se giró. Yo lo miré, expectante. - - - Erika, este es el reverendo Marilyn Manson.- ¿cómo sabía mi nombre? Pero eso no me importaba ahora. Marilyn me miraba, esperando algo. Yo no quería parecer una niña buena, así que deslicé mi mano por su nuca, y acerqué mi cara a la suya. Lo miré un momento a los ojos. Él esperaba. Decidida, puse mis labios en los suyos, pintados de negro. Marilyn los entreabrió, deslizando su lengua en mi boca. Yo alucinaba. Sus manos se posaron en mi cintura. Nos separamos y vi en sus ojos el deseo diabólico de tenerme. Yo, por mi parte, estaba excitada. ¿He dicho excitada? ¡Estaba muy mojada! Él era mi fantasía, ¿cómo no iba a estarlo? Marilyn me sonrió, se dirigió a Twiggy. - - - Déjanos solos.- Twiggy, que estaba un poco asombrado después del morreo, suplicó con los ojos a Marilyn que quería quedarse. La severa mirada del reverendo le hizo desistir. Sin despedirse, se fue, cerrando la puerta a sus espaldas. Marilyn se acercó más a mí.- ¿De dónde ...
... has salido? Eres preciosa. - - Ya no pude más. Me colgué de su cuello, morreándole con fuerza. Creía que él pensaría que estaba loca, pero, en vez de eso, me abrazó, devolviéndome el beso. Nuestras lenguas jugaron lascivamente. No fue un beso dulce. Fue el beso más caliente que jamás he dado. Sus manos ya recorrían mi estomago, mis pechos, mis muslos, rozando mi entrepierna. Yo creía morir. Me giró, y lentamente empezó a bajar la cremallera de mi vestido, besándome la espalda. Yo llevaba un pequeño conjunto de ropa interior negro, con un tanga. Se levantó, y me volvió a girar. Yo estaba en tanga y sujetador, con mis botas negras. Tan deseosa estaba de él, que la camiseta que llevaba, se la desgarré, descubriéndole el tórax, lleno de marcas de cortes. Aquello, en vez de darme asco, me dio más morbo, y se los empecé a lamer, uno por uno. Yo ya notaba la excitación que crecía en sus pantalones. Un bulto enorme, me dije. De repente, me apartó, y se sentó en el sofá. - - - Quiero verte.- me dijo. - - Yo, lejos de sentirme ridícula, hice galas de mis dotes como bailarina. Notaba como me recorría con la mirada. Mis caderas se movían al ritmo frenético de Kiss, al igual que mis piernas. Pronto perdí el control. Eran movimientos secos, cortantes, mientras me tocaba entera. No podía más. Marilyn flipaba con mis movimientos.- No sabes lo buena que estás así.- me dijo. Sonreí y me tiré encima suyo. - - Como pude, le quité los pantalones y los calzoncillos. Estaba a mil por hora, y yo ...