Un dinero extra para salir de shopping - Relatos Eróticos

Un dinero extra para salir de shopping

Un dinero extra para salir de shoppingUn sábado a media tarde Víctor me llamó desde la pequeña habitación que utiliza como estudio y oficina.Lo encontré sentado en su silla anatómica, con su hermosa verga algo endurecida fuera del pantalón y mirándome con cara de lascivia…Me preguntó si quería ganarme un dinero extra para el fin de semana.Respondí que tenía ganas de salir a gastar dinero en el shopping, pero que no lo tenía disponible.Me mostró algunos billetes que tenía sobre el escritorio y me pidió que fuera a vestirme con algo sexy, que lo calentara bien…Fui al dormitorio; me desnudé totalmente y me puse unas sensuales medias negras con ligas y unos zapatos negros de tacón muy alto, que me hacían parecer una puta.Regresé al estudio y me lo encontré con la verga ahora totalmente tiesa, se había estado tocando mientras pensaba por adelantado lo que íbamos a hacer.Me ordenó que recogiera unos bolígrafos esparcidos por el suelo. Me agaché sobre mis rodillas y comencé a recogerlos, mostrándole mi culo desnudo a Víctor. Después los dejé sobre el escritorio y me incliné un poco para restregar mis nalgas contra su verga tiesa.Me dijo que debía ganarme los billetes con algo mejor que eso… Entonces me arrodillé frente a él y tomé su verga con mis dos manos, metiéndomela en mi boca. Mi adorado esposo estaba tan excitado, que apenas comencé a lamer su pija, su líquido pre-seminal cayó entre mis comisuras, mezclado con mi propia saliva…Después de chupársela por un buen rato, hasta ...

... dejarla casi a punto de estallar, me levanté y apoyé mis codos sobre el escritorio, ofreciéndole mi culo con las piernas rectas y ligeramente separadas.Cuando Víctor se colocó detrás de mí y comenzó a frotar su verga contra mi entrada anal, cerré las piernas y le dije que no alcanzaba el dinero.Sonriendo puso varios billetes más frente a mis ojos y me dijo que mi culo realmente los valía. Entonces sentí un intenso ardor mientras su verga dura atravesaba mi esfínter y comenzaba a invadir mi estrecho ano.Víctor me tiró más billetes frente a mi cara, pidiéndome que gritara y gimiera como una verdadera puta callejera, lo cual a mí no me costaba mucho trabajo hacer.Estuvo sodomizándome durante un buen rato, preguntándome si su verga me provocaba más dolor que las enormes serpientes de mis amantes negros. Por supuesto le retruqué que todas esas tremendas vergas negras me hacían gozar como una puta cada vez que me las metían por el culo.Escuchar esa respuesta pareció excitarlo mucho más, ya que redobló sus embates con más furia y yo sentí que su pija aumentaba en tamaño y dureza dentro de mi castigado culo.Puso más billetes sobre la mesa y esa visión me excitó a mí, que terminé sintiendo un orgasmo intenso, sin haberme acariciado; solamente con los embates de Víctor en mi culo.Al oírme acabar, Víctor pareció excitarse más todavía y unos segundos después sentí mi ano llenarse con su semen hirviente.Me quedé allí vencida, inclinada sobre el escritorio, sintiendo la leche de mi esposo ...