Rosalía y los alemanes - Relatos Eróticos

Rosalía y los alemanes

... tomaba muy poco, pero yo me di cuenta que ya el whisky estaba haciendo sus efectos. Empezamos a jugar al póker y nos propuso jugar a lo cual accedimos ya que a mi mujer y a mí nos encanta jugar cartas. Tuvimos jugando como una hora y ya llevábamos más de media botella, sin embargo yo me encontraba muy lúcido y el alemán estaba bien, la que no estaba igual era mi esposa que ya estaba muy bebida y se le notaba en la forma de hablar y que se sentaba la minifalda se le subía bastante pero solo dejaba ver sus bonitas piernas. Yo note que el alemán miraba mucho a mi mujer y le sonreía y ella le correspondía yo conociéndola lo que le gusta una polla, y además estando yo presente. Fue cuando él nos propuso un juego llamado Strip-poker, Que consistía en que la persona que perdiera con la menor carta, debía tomarse un chupito y quitarse una prenda. Yo me entusiasme y mi mujer que ya estaba muy caliente también accedió. El hecho fue que durante los siguientes minutos que jugamos, yo era el que perdía con el menor puntaje así que yo ya estaba en interiores. Rosalía solo se había quitado el reloj, y el alemán, estaba sin camisa y solo con unos calzoncillos que parecían, un tangas de hombre. Ella ya estaba cachonda como una perra, y más sabiendo cómo se le ponía de mojado su coño al levantarse para ir al baño casi se cae, pero yo la sostuve y le pregunte como se estaba. Bien, pero voy a tomar un poco de agua- Harold miraba a Rita, y yo sentía como si la desnudaba con la mirada Entonces ...

... fue cuando pensé que allí podría ver a mi mujer otra vez en acción, entonces me ingenie la manera de que Harold sirviera más whisky a la copa de mi mujer. Ella volvió y cuando le pedí que se tomara la última, con un gran esfuerzo tomo como medio vaso. Los tres brindamos y seguimos jugando, y mi mujer estaba completamente Ida y cachonda. Fue ahí cuando yo propuse que ya para irnos, el que ganara, si era hombre, podría darle un beso bastante largo a ella y le quitaría las prendas que quedaran. El alemán, acepto y mi mujer en medio de su borrachera también. Hecho mi plan, comienza a jugar y la partida más en serio un buen rato, y al final, Harold fue el que gano. Entonces él se acercó y me dijo: -¿Entonces puedo cobrar el premio?- Claro, adelante- Le dije yo le dije que iba a entrar al baño que ya salía. Entonces yo no cerré totalmente la puerta y me hice el dormido. Como a los diez minutos el alemán se acercó al baño y me vio sobre el wáter, dormido y volvió a salir y se dirigió hacia donde estaba mi mujer, ella estaba sentada y él la puso de pie y dijo: Bueno voy por mi premio- Ella no dijo nada sino con sus ojos entre abiertos acepto y él se fue acercando y comenzó a besarla. Desde donde yo estaba se podía ver todo muy bien. Él seguía besándola, de manera apasionada, por que movía para varios lados la cabeza y fue cuando comenzó a cogerle las nalgas por encima de la minifalda y pude notar como le quitaba las bragas que cayeron al suelo, él seguía con sus besos y ella con sus ...