La chica desconocida.
Fecha: 02/10/2017,
Categorías:
Anal
Fetichismo
Sexo Duro
Autor: RogelioM, Fuente: xHamster
Esa misma noche nos hicimos nuestros, de todas las distintas maneras y nos dijimos adiós. Si bien es cierto, siempre me ha gusta la sensualidad que provoca el misterio. Es una sensación sumamente placentera. N hay mejor forma de conocer a alguien que en una noche cálida abrasante, en donde los secretos más íntimos salen a la luz. Como es costumbre de cada viernes, salí a divertirme con mis amigos a algún bar de la Ciudad de México. No es que sea el típico hombre que tiene mil conquistas. Pero esa noche al verla bailar, con aquel vestido negro brillante que no dejaba nada a la imaginación, aquellos senos perfectos y más aún esos ojos color castaño (debo de confesar que siento algún ligero feriche por los ojos), hicieron que me levantara del lugar e invitarla a bailar. Si bien hago mención de todo esto, y no pasó directo a las escenas que muchos venimos a buscar, es por qué me gusta jugar on la imaginación de quien interactúa conmigo. Esa noche no fue la excepción: después de varios tragos, la invite sin ninguna especie de rodeo a compartir la noche conmigo, si es que ella lo quería, de lo contrario la llevaría a su casa sin ningún problema. Después de un rato de silencio, ella aceptó con una mirada dulce, la cual, despertó en mi una excitacion increíblemente grande. Llegamos a la habitación, cada uno se dispuso en una parte de la cama y le comenté que si en algún momento no le gustaba lo que le hacía me dijera y lo dejaba de hacer. Ella asistió con la cabeza, mientras me decía ...
... que le excitaba todo este misterio. Lentamente la bese, baje al cuello, seguí hasta sus senos y pare. E un momento a otro, la tome de la cintura, y gire a su alrededor. Bese su espalda, y comencé a subir lentamente su falta, mientras escuchaba su respiración agitada, que pedía a gritos ir más a prisa. Tenemos toda la noche, le conteste en su oído. Baje y bese sus piernas, sus muslos. Levante su falda y y riose con mi lengua sus pequeñas pantis. Subí y baje su falda, mientras la besaba en la boca y la miraba fijamente a los ojos. Esta noche será única, le dije. No le di tiempo de contestar, la acosté en la cama, y baje por sus piernas con tanta prisa, comencé a besarle las rodillas, los muslos y su abdomen. Baje lentamente su ropa interior, la pase entre sus tacones y la deje a un lado, en donde nunca más estorbara. Comencé a bajar y a sentir su repiracion profunda mezclada con pequeños gemidos. Encontré una sensual y roja vagina, húmeda. Y que pronto lo estaría más al pasar mi lengua sobre ella, Comencé a jugar con su clitoris, gritabatango de placer, que de solo imaginarlo me pone erecto el pene como aquella vez. Metí mi lengua en su vagina, absorbía su clitoris y jugaba con ayuda de mis labios y mi lengua. Tuvo su primer orgasmo. Ella comolacida, dijo es mi turno y tomo con sus manos mi miembro y comenzó a jalar. Se inclinó de rodillas frente a mi, y me miro desde abajo con esos ojos castaños. Nada me éxito más que eso. Comenzó a besar la punta de mi pene y fue poco a poco ...