Confesiones de una amiga. (sexo húmedo) - Relatos Eróticos

Confesiones de una amiga. (sexo húmedo)

Me explica una amiga una de sus muchas fantasías extrañas. Algunas puestas en practica, otras probadas en mis carnes, otras por probar.Me cuenta, sin dar detalles, la vez que estaba con un amigo, y sin rodeos, le confeso sus ansias incontrolables de ser llenada de semen.El chico era guapo, atlético, pero sin tableta de chocolate. Lo que si tenia eran unas piernas muy fuertes, y se le notaba un buen paquete.El único problema, era que estaban en la oficina, y que aparte de amigo, era compañero de trabajo. Que el tuviera novia, no era un problema para ella, lo era para él, y le resultaba muy excitante ese detalle.Le soltó a bocajarro que quería tener sexo con el, en medio de un pasillo, sin importar si había gente escuchando, o si era tiempo de descanso o no. Y ante la cara de sorpresa de él, ella tomo las riendas, tomándolo de una mano y llevándoselo a uno de los aseos, de la forma mas discreta posible. Él pobre chico no sabia que estaba siendo usado para un propósito muy concreto, que iba un poco más lejos del placer de ella. Era bastante retorcido e incluía a una tercera persona y algún daño colateral.En realidad no necesitaba a ese chico, le habría valido cualquier otro, pero ya que lo hacia, mejor uno que estuviera bien. Y no le defraudo.En cuanto entraron a la privacidad del lavabo, se comporto como un autentico toro salvaje, sin tiempo a ningún tipo de preámbulo. Mejor así, ella necesitaba un polvo rápido, aunque le fastidiaba no poder disfrutar de aquella polla como ...

... era debido.Rápidamente se encontraron follando a lo salvaje, con ella optando por su clásica postura sensual de evitar mostrar que nivel de satisfacción estaba teniendo, solo un tono suave y sensual que permitiera al chico mantener su nivel de excitación. Pero le estaba costando mucho, pues el chico era un autentico salvaje y la polla un tronco difícil de domar que estaba a punto de provocarle orgasmos incontrolados. Porque aquella polla era todo musculo, fuerza e ímpetu. Salvo un momento inicial en el que chico se había mostrado inseguro a follar sin protección y correrse dentro, el resto había sido empujones brutos pero bien coordinados.El polvo al final fue rápido, era él de los que sabían como controlar los tiempos y no fastidiarla. Ella lo había disfrutado, sin necesitad, y había sufrido para no dejarse llevar. Una vez llena, se salio rápidamente y cerró las piernas para que no se le escapara ni una gota. Sentía que el semen dentro de ella era abundante, muy abundante, y no quería que se le escapara. Solo hizo una cosa que le dio la mas mínima pista de lo que le había parecido al chico.- Parece que tu novia te ordeña poco.- le dijo mientras chupaba la polla y tragaba las ultimas gotas.Le beso con el semen en la lengua y se fue corriendo, pues no tenia tiempo que perder.¿Su destino?El despacho privado de direcciónHabía descubierto los gustos extraños de su jefe, el jefe máximo de todos, un hombre cincuentón de pelo cano, que se cuidaba bien y tenia un cuerpo que podían ...