HELEN: MI FRUTA FAVORITA… (DOS) - Relatos Eróticos

HELEN: MI FRUTA FAVORITA… (DOS)

... sirvienta y jalándola con fuerza la llevo hasta ella para que le comiera la papaya, la chica comenzó a comerla a ella, Ruth la jalaba con mucha fuerza de la cabeza, parecía que se haría que introdujera su cabeza completa dentro de su vagina, sin decir más Ruth puso en mis manos el dildo y yo inmediatamente comencé a usarlo en mí. Yo miraba sorprendida y llena de lujuria la manera tan ruda con la que Ruth tomaba del cabello a Erika para hacerla comerse su papaya. Ruth: Mira Helen, así se trata a una puta sucia como esta perra, así tienes que tratarla también, que sepa quién manda, que sepa cuál es su lugar en esta casa, no es más que la sirvienta y está a mis órdenes y a partir de hoy también a las tuyas… Eso era algo nuevo para mí, pero muy excitante, me deje llevar por la situación y la excitación me domino, a partir de ese momento comencé a ser ruda con Erika como Ruth lo hacía. Quisiera contarles cada detalle mis bebes, pero prefiero ser más específica con las situaciones más depravas y excitantes de esa tarde. Así que esa sesión de sexo se comenzó a prolongar, entre gritos y gemidos de las 3 las coas fueron fluyendo tan rico. Llego un momento en que Ruth y yo estábamos sobre la cama juntas en cuatro patas como perras mientras Erika detrás de nosotras dándonos placer en los culos. Pasado un rato Ruth dijo que usáramos más de sus juguetes. Tomo un dildo enorme, uno de plástico negro que es muy pero muy grueso y largo Ruth: Ahora Helen, te voy a enseñar que tanto ...

... aguanta el culo de esta putita… Yo: Vas a meterle eso??? Ruth: Claro, este es su favorito, a ella le encanta, vas a ver que rico grita la perra, ven Erika que te veo a dar lo que te gusta tanto… Erika: Si señora, por favor hágamelo… La sirvienta se puso en cuatro sobre la cama, Ruth saco un lubricante de uno de sus cajones… Ruth: Toma Helen, ponle un poco en el culo a esa perra Yo sumamente excitada e impactada por el tamaño de ese dildo y pensando en cómo rayos lo iba a meter en ese culito pequeño unte un poco de lubricante en el ano de Erika quien gemía y cerraba los ojos, parecía asustada pero excitada por lo que Ruth le iba a meter en el culo, pero después de todo según me por lo que había dicho Ruth no era la primera vez que lo hacía. Ruth: Ok Helen, aquí vamos, mira como ese culo se devora esta cosota… Y sin más, mi amiga comenzó a meter ese gigantesco dildo en ese anito, los gritos de Erika eran ensordecedores, dejo caer su cuerpo hacia adelante quitando el soporte de sus manos, con las que comenzó a apachurrar una almohada. Ruth: Esto te gusta putita? Erika: Siiiii, siiiii señora Ruth, métamelo todooo!!! Finalmente entro casi en su totalidad esa cosa en el ano de la sirvienta, Ruth comenzó a meterlo y sacarlo con rudeza y fuerza, yo no daba crédito a mis ojos, pensaba que si tan solo las vergas de mi hijo y los demás hombres que me cogen me provocan cierto dolor, esa cosa debía estar matando a Erika. Ruth: Ves Helen, esta puta disfruta con esto como loca, anda hazlo tú, ...