Mi vecino el pijudo II - Relatos Eróticos

Mi vecino el pijudo II

... que me iba a matar, ante el primer intento nomas quise zafarme, me estire y quede acostado en la cama, le dije que me dolía, pero el enseguida se me subió arriba y me dice -Aguanta putito, no querías pito vos? Y otra vez empuja, y me duele, no podía entrarme todo eso, grite, me volvi a tratar de correr, quede ahora con el culo y las piernas en la cama y el tórax y cabeza colgando con los brazos en el piso. -Adonde vas a ir, de acá no te escapas putito. Me volvía a agarrar y me la volvía a empujar, creo que esa vez me entro la cabeza, porque me dolió mucho, pegue un grito, y el me dijo -Aguanta un ratito así, quedate quietito que te la vas a comer sólito bebe. Aguante, el no la sacaba, no la movía, me sostenía con fuerza y el muy HDP sabía que me podía si me acariciaba las tetillas, entonces se me acerca a la espalda, muy incómodos los dos y me empieza a tocar los pezones. Como me calentaba esoooo! pero cuando intento empujar un poquito sentí que me partía, así que medio fuerte me moví y escape gateando de él. -Se acomodo en la cama, con las piernas abiertas y boca arriba, yo en el rincón de la habitación en el piso y me dice, -Veni putito, veni a chupar. Y se la meneaba con la mano! Yo estaba ahí re cagado, pero no podía resistirme a chupar esa verga, así que me acerque y empece a chupársela. Fue un rato nomas, porque enseguida me da vuelta, quedo boca arriba, con las piernas abiertas y el en el medio! Cuando estamos así me vienen muchas ganas de darle un beso en la boca, y ...

... lo intento, pero el me agarra de los pelos, me esquiva y me pasa la lengua cerca de la comisura de los labios, y me dice al oído. -Ah, ya se lo que queres vos, queres ser una mujercita, que te de besitos, y te toque las tetitas…. -Bueno, entonces te la voy a meter como a las minitas, como si fuera una conchita, así como estas, dale abrí la cola mi amor. Nunca me beso, pero si me acariciaba las tetillas, y eso hacía que yo le obedeciera todo, las abrí, a pesar de saber lo que venía, y efectivamente vino de nuevo. Empezó a empujarme la cabeza, y de ahí abajo si que no podía escapar… me dolió, grite, medio que llore… pero el no paro hasta tener la cabeza adentro. -Ya esta puto, ya te comiste la cabeza, no querias esto? todo me lo decía cerca de la cara, pero sin beso. -Ahora te toca a vos, yo me quedo así como estoy quietito y vos te las vas metiendo, y si podes, te voy a dar todos los besitos que quieras, vas a ser mi “hembrita” Casi me muero cuando me dijo así, y por primera vez en la noche le hable, le dije que me iba a doler, que no iba a aguantar y todo eso, pero el me dijo, vos relajate, callate y anda haciendo fuerza de a poco, tomate tu tiempo, pero intentalo, porque sino, voy a empujar yo, y eso va a ser peor! Me agarre de su espalda y empece a tratar de comérmela, increíblemente me mande mas de la mitad, y después el me empezó a sacudir. No disfrute un carajo, me hacia mierda, me re dolía, sentía que me desmayaba, pero estaba re feliz. Trataba de besarle la boca, pero ...