Sexo con la madre de mi novia. Necesitó sexo, probó el mejor
Fecha: 02/10/2017,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
Era una calurosa tarde de verano, la madre de mi novia, me solicita si puedo pasar para solucionarle un problema de la pc, tenía tarea que debía presentar el día lunes. - Luis, sé que tenías programado ir a jugar fútbol aprovechando que Elena (novia) se fue a pasar el día con su padre, pero es que necesito me soluciones un problema con la pc, porfa… - Sí, Nela, me imagino que se reitera el problema de conectividad, busco algunas herramientas y salgo. Llegué tan pronto como me fue posible, la señal de la conexión a internet no era del todo eficiente, busqué una escalera para acceder a la azotea y buscar el origen del problema, remover y cambiar las conexiones fue suficiente para normalizar la conectividad. Terminado y ordenado, retorné a la sala. - Me parece que una Corona bien helada estaría bueno no? - Sí, claro. - Bueno, voy a la pc, vos por las cervezas. Llegué con las cervezas, me ubiqué tras de ella para asistirla, cargada la configuración, el sistema restaura las páginas en uso al momento del apagado. – Dile que sí, para evitar perder el contenido de algún programa y dificultar la recuperación. Se produce la restauración y ¡Oh!, la pantalla se abre en un sitio porno, video mostrando trío en pleno acto sexual!! No hubo palabras, solo nos quedamos viendo, las manos de Nela sobre sus muslos y la mirada atenta a la evolución del video. Mis manos se posaron sobre los hombros de la mujer, frotándolos, incipiente masaje, fue la forma más sensual y permisiva de seguir ...
... compartiendo la morbosa y contagiosa visión del sexo a pleno. Se quedó, nos quedamos, obnubilados en la contemplación de la pantalla, dos mujeres ofrecen el juego lésbico al hombre que se pajea. Estaba seguro que mis veinte años podían con los cuarenta y algo de Nela, tenía experiencia en cómo tratarlas. Comencé a deslizar la tela del vestido para descubrir los hombros, un – Shhhhhh, fue suficiente para callarla. Se dejó mansamente que comenzara a masajear sus hombros, complacida echa la cabeza hacia atrás, un suspiro profundo. El masaje se desgrana, mis manos discurren sobre sobre sus hombros, rodando por su pecho deslizan en la camisas, se esconden en la copa del soutién. Siento la emoción de sopesar la voluptuosidad de los senos deliciosamente opulentos. - Qué haces Luis. Me has puesto las manos en las… - Nela, no sé qué me pasó… - Pues yo sí, que tus hormonas mandan. Pero no está nada mal… sigue, sigue porfa… Esa fue la banderilla del vía libre, mejor recibir una bofetada por intentar que arrepentirse por no hacerlo. La cabeza hacia atrás me facilita cubrir los suspiros con mi boca, mi lengua juega con la suya, distracción para poder extraer de la copa del soutién las carnes turgentes, volcarlos fuera y retenerlos, frotando los pezones entre los dedos. Suspira dentro de mi boca, ahogando los gemidos, frotándose los muslos en la impotencia de saber cómo manejar las sensaciones que dominan su pasión y atropellan su razón. Es momento de actuar, giré la silla, enfrentados, sus pechos ...