Trío con mi mujer y su amiga (VI)
Fecha: 23/07/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Raul40, Fuente: CuentoRelatos
La semana siguiente volvimos a la rutina, trabajo, casa, familia, así día tras día. Llegó el viernes u una hora antes de finalizar mi jornada laboral recibí la llamada de mi mujer, en la que me pedía que no me entretuviera al salir del trabajo y que volviera pronto a casa. Normalmente los viernes después de trabajar me paraba a tomar algo con los compañeros, pero ese día estaba intrigado con la llamada de Sara y regresé enseguida. Nada más entrar en la casa mi mujer me recibió con un beso apasionado y húmedo, y me pidió que me fuera a duchar mientras ella preparaba la cena. Entre en la ducha y me relaje bajo el agua mientras pensaba que estaría tramando mi pareja, a los 15 minutos salí del baño y me dirigí al salón, allí no estaba ella, fui a la cocina y tampoco, estaba buscándola cuando oigo que me llama desde el dormitorio, al entrar me quede de piedra, en lo alto de la cama se encontraba Marta con las manos y los pies atados en cruz a la cama y totalmente desnuda, sus ojos vendados, con sus enormes tetas desafiantes y los pezones empitonados y algo colorados, se notaba que habían sido castigados, al tener las piernas abiertas se le veía su coño abierto, rosado jugoso y chorreando, tanto que varias gotas que emanaban del interior de su vagina se deslizaban hasta el agujero de su culo, dejándolo también brillante. Mi mujer a su lado desnuda integral, castigaba a su amiga con un pequeño látigo de tiras, y a su vez le acariciaba con un plumero que tenía en la otra mano. Con ...
... esa visión mi empalme creció a la misma velocidad que mi excitación, Sara me dijo que me acercara y me entregó el látigo, mientras ella le pasaba el plumero por el interior de sus piernas hasta llegar a sus labios vaginales, no desaproveché la ocasión y tras besar a Sara y de pues a marta, empecé a acariciar a nuestra amiga y ahora esclava con el látigo, y cuando menos lo esperaba le soltaba un golpe con el mismo, de forma suave sin llegar a producirle dolor ni marcas. Sara soltó el plumero y colocándose a mi espalda me empezó a besar el cuello y las orejas, a la vez que sus pezones se clavaban en mi espalda. Me incliné hacia delante y pase mi lengua por los pechos de nuestra esclava dejándolos ensalivados, sobre todo su canalillo, quería meter mi polla entre ellos y hacer una cubana, me coloque de rodillas encima de ella y metí mi miembro entre sus tetas, mientras que con las manos las apretaba, mi mujer entre tanto masajeaba el clítoris de su amiga con una mano y en la otra tenía un gran consolador que poco a poco fue introduciéndoselo, Marta al sentirlo abrió la boca para soltar un fuerte gemido, al rato Sara cambio su mano por su lengua, por lo que esos gemidos aumentaron más todavía, yo seguía con mi polla entre sus tetas y ella intentaba chuparla cuando mi capullo asomaba por la parte superior, como estaba a punto de correrme y mi intención era alargar esa sesión de sexo lo máximo posible, me baje de lo alto no si ante ayudar a Marta elevando sus tetas a que ella se ...