1. Cuestión de Medicos...


    Fecha: 24/07/2018, Categorías: Anal Sexo en Grupo Autor: MartaMo, Fuente: xHamster

    Soy y me defino, y me siento la puta zorrona deLiber1, y me encanta hacerlo un cabrón. Normalmente, estamos los dos juntos en todos los juegos sexuales, pero a veces, la ocasión se presenta en algún lugar donde no nos encontramos los dos juntos, pero me dejo follar, inundar de esperma, para oler a zorra y, toda inundada acudir al encuentro de mi cabroncito, restregarme por su cuerpo y su nariz, para que olfatea el olor a hembra follada, y me folle sin más, una y otra vez.Tuve que acudir a la consulta de un médico a recoger unos informes que tenía al parecer preparado para un tio mayor, hermano de mi padre, ya que nadie más de la familia tenía libre en dicho momento para recogerlo.Como cada mañana, me duché, acariciando mi cuerpo debajo del agua, sintiendo la humedad de mi rasurada rajita dentro de mis labios, dejándolos algo pegajosos del rico néctar, me unto mi crema para hidratar mi piel, con suave aroma a jazmín y, me enfundo en mi vestido, sin más ropa que el suave tejido, adaptado al cuerpo, marcando mis desnudas nalgas y, con un generoso escote, que deja bien a la vista el canal, y la parte interior de los dos pechos llegando casi a la aureola del pezón.Encima me coloqué una chaqueta abierta, resaltando mi tostada piel y, resaltando el escote. Mis tacones y puse rumbo a la consulta del médico de mi anciano tio.Cuando llegué, como es costumbre en los hospitales, me hicieron esperar, me indicaron cual era la consulta del médico, era la última de un estrecho pasillo, que ...
    ... además era largo, pero los sillones estaban en la sala de espera antes del pasillo, y me explicaron que, ya me estaba esperando, que cuando él saliese mencionaría el nombre de mi familiar y, entonces, tendría que ir.Estando esperando más de lo que esperaba, porque, me habían informado que el médico estaba solo en la consulta, apareció un hombre alto, elegante, con muy buen porte, muy guapo y atlético, más morboso que nada con su bata blanca impecable. Se quedó mirando mi escote, y sin poder evitarlo, seguidamente me miró a los ojos y me sonrió.No pude por menos que devolverle la sonrisa, a la misma vez que sentí un picotazo en mi rajita, avisándome del grado de excitación en que se había puesto, me imaginé en su consulta, de pie, apoyada en la camilla, y el médico, levantándome la falda del vestido por detrás, dándome alguna cachetada, abriendo los agujeritos y, clavándome la polla primero por detrás y, luego por mi rajita, para estallar una buena descarga de semen e inundarme.Con esos pensamientos, le seguí sus pasos pasillo adelante y, observando sus andares y el movimientos de su trasero prieto, al menos era lo que daba a entender el pantalón de sport que llevaba debajo de la bata.Sonreí al comprobar que abrió la puerta de la consulta donde estaba el médico que tenía que darme el informe y, tampoco pude remediar sentir doble picotazo de excitación, tal era, que mi raja emanaba jugos en tal cantidad, que ya comenzaba a oler más a zorra caliente que a la crema de jazmín que ...
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