Fin de semana a solas con papá (2)
Fecha: 26/07/2018,
Categorías:
Gays
Sexo con Maduras
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... precioso de nuestra relación. Algo especial entre padre e hijo.Cuando terminó de pronunciar esas palabras, fijó sus ojos en los míos y entonces sucedió algo muy extraño: yo me vi reflejado en él, como si me estuviera contemplando en un espejo mágico que me devolvía una imagen de mi mismo con unos cuantos años más a cuestas y un saco repleto de experiencias vividas por el camino de la vida... Si ése que ahora me miraba, era yo mismo, la pregunta que quedaba en el aire me causaba terror formularla, porque la respuesta certera a la misma me haría perder la chaveta. Y sólo me atreví a componerla mentalmente: ¿era mi padre homosexual o tan homosexual como yo? Y si lo era, tan machito él, atrapado en su propio armario, ¿se justificaba así su poca o nula tolerancia hacia el mundo gay? Aunque mi vida hubiera dependido de ello, nunca me hubiera atrevido a formularle esas cuestiones cara a cara.- ¿Tú qué opinas?Su voz me llegó como las voces lejanas y llenas de interferencias de una estación de radio en onda corta, devolviéndome de nuevo a la realidad.- Sé sincero Dieguito, y no te preocupes -dijo él.- Papá, lo de anoche estuvo muy mal -sentencié sorpendido de oirme decir esas palabras- Eres mi padre y yo soy tu hijo. Hacerlo contigo no era lo que tenía planeado. ¿Y si lo descubre mamá o Ramón? No me gustaría saber cómo reaccionarían.No podía creerme lo que le acababa de decir: de repente pareció preocuparme más bien una cuestión práctica; es decir, que no nos descubriera nadie, que no ...
... un asunto de tipo ético, sobre el que flotaba una sola palabra: i****to. En ambos casos había algo en peligro: el bien de nuestra familia.- Yo lo he pensado eso también -respondió mi padre- y has de saber que por mi parte nadie lo sabrá y espero lo mismo por parte de la tuya. Y si lo que quieres es que no se repita, por mi de acuerdo. Solo diré que el polvo que pegamos anoche me puso muchísimo. Es más, me sigue poniendo.Como para ilustrar sus palabras, mi padre se sacó la polla de sus pantalones y me la volvió a enseñar. Estaba tan levantada y parecía tan dura como lo estaba anoche y me la mostraba tranquilamente, como si fuera lo más normal del mundo. A esas alturas de la jugada, lo tuve muy claro, y obviando todas las preguntas y dudas que me acecharon momentos atrás supe que quería repetirlo; quería volver a tirármelo, porque ese hombre que era mi propio padre, me había dado una noche increíble de placer como no me dio ninguno de mis amantes, novios o quien fuese. ¿Y si una noche así nunca se volvía a repetir? Acto seguido mi padre hizo algo que aún reafirmó mi deseo por él: se la sacudió un par de veces, y simuló estar haciéndose un pajote y la volvió a guardar en sus pantalones no sin ciertas dificultades, pues era tan grande que apenas le cabía en el bóxer. Pero no sucedió nada especial, salvo la vuelta a la rutina de una vaga conversación en un salón con la tele prendida. Pasaron un par de horas y mi padre tuvo la idea de pedir algo de comer. Llamamos a un restaurante ...