Fin de semana a solas con papá (2)
Fecha: 26/07/2018,
Categorías:
Gays
Sexo con Maduras
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... acababa de decir que me quería y no solamente como a un hijo. A pesar de que me había prometido por el bien de nuestra familia no repetir lo ocurrido la noche anterior, después de oir sus palabras me pareció que las cosas habían cambiado: mis sentimientos hacia él habían cambiado y los suyos hacia mí también.Me levanté de la cama, me puse los calzoncillos intentando que la erección agravada por la aparición de mi padre fuese ocultada lo mejor posible, y me dirigí hacia el pasillo. Estaba totalmente oscuro y solo lo alumbraba el pequeño haz de luz que salía de la puerta entreabierta del baño de su recamara. Me acerqué a ella para ver qué hacía. Llevaba puesto el bóxer y estaba apoyado en el lavabo, bebiendo agua directamente del grifo con la cara colorada debido a la embriaguez. Cuando se reincorporó, pude ver con absoluta claridad su polla dura luchando por salir del estrecho bóxer. Yo como un perfecto voyeur me acariciaba mi virilidad por encima de mis calzoncillos contemplando absorto como mi padre se buscaba en el espejo y se acariciaba su musculoso cuerpo.En unos instantes, mi padre abrió el grifo, se desnudó, entró y se sentó en el plato de ducha mientras le caía el agua. Su ducha era muy vieja y no tenía ni mampara, por lo que pudo estirarse sin ningún problema. Las piernas le salían de la ducha; se apoyaba en la pared con la espalda para no resbalarse. Entré.- ¿Se puede? Vengo a mear – dije avergonzado pero con un tono ardiente.- Pasa, pasa. Me estoy tirando agua por ...
... encima. Sí que me ha subido la cerveza de antes, sí… hacía mucho que no bebía tanto, vas a tener que perdonarme.- Papá, tranquilo. Yo estoy también algo mareado por lo de las cervezas. Si te vas a poner mejor con agua, dúchate .Oriné mucha cerveza.La taza del excusado se hallaba al lado del lavabo, y enfrente de la ducha, por lo que mi padre no me vio la erección. Tiré de la cadena y me di la vuelta hacia la ducha guardándome la polla aún un poco dura. Le miré: su cara, su pecho, sus grandes brazos y piernas y su enorme pollón, ahora más relajado que antes me devolvieron la imagen de un hombre maduro, agotado por la ingesta de demasiada cerveza.Le sonreí y me fui. Antes de salir por la puerta me llamó.-¡Dieguito, cariño, ayúdame a salir! -exclamó. Me he sentado y dudo que pueda levantarme solo – me dijo.Representando a la perfección el papel de hijo obediente, levanté a mi padre con fuerza, agarré una toalla de un taburete cercano y se la puse por encima. Me pidió que le secase un poco y yo lo hice sin pronunciar palabra. A medida que le secaba su cuerpo le oía respirar con intensidad y yo me acerqué más a él, hasta que al estar yo de rodillas, secándole las piernas me apoyé en él. Se colgó de mi cuello y lo llevé hacia su cama. Me senté con él en la cama y se echó. Yo seguía sentado.- Aquí he pasado uno de los momentos más tiernos del mundo con una persona que siempre he querido más que a nadie en el mundo. Puede que no fuera lo más honorable, ni fuera lo más adecuado, pero ...