1. Historia del Chip (030) Noche de bodas - Kim 012


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Dominación Grandes Relatos, Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    Kim ya estaba cansada de mantener la respiración. Así que ver la cama de la habitación le pareció el paraíso. Mientras Roger se escapaba al baño, ella soltó las pinzas del vestido, respiró a gusto y se colocó los mocasines. Pensó por un momento si una venda estaba fuera de lugar. Ya era tarde, no tenía ninguna, aunque podía mantener los ojos cerrados. No se quitó los cuarzos de las orejas, aunque resultaban molestos. Roger había estado toda la noche jugando con ellos y con el punto de dónde colgaban. Ojos cerrados, calzados los pies y las orejas. Piernas infinitas alargadas por los pies obligadamente curvados hacia delante. Kim sabía que le gustaría, sin olvidar que iba a ser la primera vez que la veía así. Cierto cosquilleo le surgía desde la vagina. Roger llevaba ya un rato contemplándola cuando le preguntó. —¿Tienes algún plan? Kim asintió. No dejó de notar los pendientes, obedientes mientras seguían el movimiento. —Un segundo ataque a tu miembro viril. Después una exhaustiva inspección a mi cuerpo. Cuando eyacules por tercera vez, me gustaría, si te parece bien, recibir una compensación. Mary le había hecho prometer que nada para ella, por lo menos hasta el tercer orgasmo de él. No estaba nada de acuerdo con el plan. Pero si no hubiera aceptado... terminaría pagando las consecuencias. Estaba tan excitada y húmeda que se hubiera follado a una docena de serpientes de cualquier tamaño. No dejó que Roger contestase. Podía hacer lo que quisiera. Era su esclava. Notando como ...
    ... las pantorrillas protestaban ante su brusco movimiento llevó su teta derecha a la boca de él. Para impedirle hablar o para alimentarle, se le podía dejar alguna duda. La respuesta de Roger no tardó demasiado. Le introdujo el pene en la vagina y soltó su espeso líquido. A Kim le hubiera gustado pensar que resultó algo especial, pero ni se le ocurrió. Sabía que tenía acceso a varias mujeres más con las que estaba más relajado pues no podían tener orgasmos con él. Se centró en lo importante. —Bien. Ahora que hemos llegado a la siguiente etapa... ¿Puedo verte y tocarte? —preguntó inocentemente. —Te mereces una compensación, pero quítate todo —requirió Roger. Kim se negó. —Ni hablar. No pienso quedarme desnuda contigo. ¡Serías capaz de aprovecharte de mí! —enunció con alegría, desviando el tema. Si se quedaba sin los mocasines, tendría el orgasmo al instante. El chip detectaba la presencia de Roger. Notó como los pezones eran agredidos. Llevó los senos todavía más hacia los dedos batalladores, con orgullo. Eso era bueno para sus intereses. Estuvieron hablando un largo rato. —Kim, el juego siempre consiste en centrarse en tu cuerpo —afirmó Roger como si hablase de comprar el pan. —Cierto, mi amo. Pero seguro que te resulta agradable que te toquen —contraatacó Kim. —No digo que no, pero date por vencida, cede a tus impulsos y luego me exploras un pequeño rato —propuso Roger que había decidido observar pacientemente como los pezones explotaban. Fue una noche inolvidable para ambos. ...
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