Lo que uno ve por la ventana y puede hacer en una cafetería - Relatos Eróticos

Lo que uno ve por la ventana y puede hacer en una cafetería

Hola soy Daniel, no soy de hacer cuentos y menos eróticos, pero les quiero contar lo que pasó un lunes de diciembre pasado, porque sentí que debía contarles. Tengo 41 y soy corredor inmobiliario, me relacionó con mucha gente a diario, les alquilo casas, vendo sus apartamentos, en fin todo lo que conlleva mi trabajo. Había coordinado para la mañana temprano con una chica, abogada ella, para ir por la casa que tiene junto a su marido y tazarla ya que quieren venderla y compara un apartamento. Llegó a la puerta y antes de golpear, siento gemidos que vienen desde adentro, seguro una chica estaba disfrutando, me abstuve de tocar el timbre y me asome a la ventana para ver que sucedía. Ella con las piernas abiertas con la falda levantada era víctima de un hombre de bata que le estaba comiendo la concha. Se movía toda y gemía, mientras desprendía su sujetador, ¡ay! aquellos pechos enormes eran un delicia que sus manos acariciaban. Ellos ni se percataron de mi presencia en la ventana y yo no me iba a perder esa escena y menos interrumpir. El soltó definitivamente su bata y se paró frente a ella poniéndole su pene, por sobretodo grueso, en su cara. Ella entendió el mensaje, puso sus dos manos en los glúteos de él y como una profesional se tragó todo el pedazo, con sus labios carnosos aceptaba el miembro de hombre mientras parecía darle mordiscos a su glande, sin soltarlo en ningún momento, frenéticamente prendida, no paraba de chupar y chupar. Yo estaba pegado a la ventana viendo a ...

... aquella pareja en acción, mi pantalón hacia resistencia a mi excitación. Ella finalmente quitó de su boca aquel miembro y lo puso entre sus senos para con sus manos aceptarlos y comenzar con un mensaje de alucine con sus tetas enormes! El hombre sólo sostenía la cabeza de la chica mientras se miraba en el espejo entre cerrando los ojos sintiendo el placer. Cuando abruptamente separó a la chica, para tumbarla en el sillón... cola arriba puso almohades debajo de su cintura y paso a manosear aquellas nalgas, dejando caer saliva en el ano la que con sus dedos introdujo en el culo de la chica mientras ella con una mano atrás intentaba atrapar el miembro del hombre en gesto claro de quererlo dentro. Ella exclamó: "amor no aguanto dado todo ya!!" En un embestida todo el miembro estaba dentro y el gemido desgarrador seguido por los gritos de placer deban cuenta que ese pene estaba haciendo divinamente ese culo, los movimientos pélvicos de aquel hombre eran constantes provocando los gritos de placer de ella mientras el dejaba todo, secándose el sudor que provocaba esa habitación que ardía de sexo. La cara de ella parecía desencajada por el placer, rendida al disfrute, cuando algo se dicen y cambian de posición, ella de rodillas y él toma su miembro comenzando a jalárselo rápidamente, mientras yo reventada por querer estar ahí, una fuerte exclamación de él no hace más que anunciar que se viene y la cara de ella recibe una lluvia de semen, que parece no terminar de salir de dentro de ese ...