1. El cuartel dentro de mi


    Fecha: 27/07/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus gruesas manos me empujaba y jalaba mis costados. Roberto se retorcía de placer, y yo estaba sintiendo escalofríos hasta la punta de los pelos. Ya de plano su respiración subía y bajaba, y su boca abierta emitía bramidos. También la mía. No dije que el gozo compensaba todo? Así era. Carazos, como gozaba. Su verga se hundía hasta el fondo acariciando en cada vaivén mis órganos internos, con lo que yo recibía una descarga de sensaciones gratas. Este macho era mío, todo mío. Su gran verga la tenía ensartada en toda mi humanidad. Ay, ay, cógeme, decía yo, pero en realidad yo lo estaba cogiendo a él, con mi culo, con mi gran culo abierto. Con su ayuda me impulsé para ganar altura, y en uno de esos lances me salí por completo, pero la fuerza de gravedad me devolvió al instante hasta su verga. El impacto debió aflojarme todo por dentro, porque sentí que se había alojado hasta mi garganta en un solo empuje. Y el grito que pegó él fue de antología. Acto seguido empezó a bramar y a bramar, y se agarró fuertemente de mis piernas. ...
    ... Estaba terminando. Pero yo seguía, inclemente, con aquel movimiento fuerte, sintiendo como se iba lubricando todo mi culo con su semen. Empecé a sentir que yo también terminaba mis chorros de leche bañaron su vientre. Era abundante y espesa, blanca y cremosa, y manaba tan deliciosamente que nunca me hubiera imaginado tanto placer. Mi cuerpo se agitaba con los espasmos mientras él tiraba de mi cuerpo, luchando por mantener su verga dentro de mí. Poco a poco nos fuimos aplacando. Su pecho aún subía y bajaba cuando me desmonté, y un hilillo de semen corría por mis piernas.. Lo contemplé a mis anchas: su cuerpo estaba brillante por el sudor, su boca resoplaba todavía, sus pectorales subían y bajaban con el impulso de su respiración agitada, su sexo estaba perdiendo rigidez, y ahora descansaba, agotado, humedecido por sus flujos y los míos, sobre el blando colchón de sus vellos púbicos y sus ingles. Era hermoso, demasiado hermoso, el prototipo perfecto del hombre con el cual yo había soñado. Y esa noche había sido mío, y yo de él. 
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