Anita y el personal trainer caribeño
Fecha: 27/07/2018,
Categorías:
Sexo Interracial
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Anita y el personal trainer caribeñoRecién casados con Ana nos habíamos instalado en un pequeño departamento en el centro. Mi dulce mujercita decía que se veía pasada de peso y por ello comenzó a hacer ejercicio casi diariamente en un gimnasio cercano.Iba con Marina, una antigua compañera del colegio secundario.Una tarde en casa levanté el teléfono y encontré que Ana estaba conversando con Marina; me sorprendí, porque estaban hablando del tamaño de verga que calzaba un tal James, alguien a quien yo no conocía. Imaginé que sería alguien del gimnasio…Los celos comenzaron a rondarme por la cabeza y decidí entonces que algún día iría a buscarla a ese lugar. La primera oportunidad fue un viernes.Llegué al gimnasio y vi a mi dulce Ana de espaldas, haciendo bicicleta. Su amiga Marina no se veía por ningún rincón. No había mucha gente en el lugar…Decidí quedarme fuera de su vista y ver qué ocurría.Cerca de ella había un hombre negro enorme, de más de dos metros de altura, haciendo pesas. Ana lo miraba de reojo mientras seguía pedaleando en la bicicleta. De pronto ella desmontó y se acercó a conversar con él. Pude comprobar que, cada tanto, su mirada bajaba a mirar de reojo el tremendo bulto que calzaba ese negro entre las piernas, que era en verdad indisimulable…El negro tenía un dejo de acento inglés, imaginé que sería de alguna isla caribeña.Le habló a mi esposa sobre ciertos ejercicios que le convenían para tonificar los músculos de la cola y finalmente se atrevió a invitarla ...
... un café a la salida…Mi fiel Ana le dijo que era casada y que la esperaba su marido en casa.Pero antes de despedirse, le dijo que tal vez en otra ocasión podría aceptar…Mientras ella iba a cambiarse, yo pegué la vuelta y regresé a casa; ya había visto suficiente… Ana llegó un rato después, sin comentar nada novedoso.Esa noche mi mujercita se levantó varias veces a tomar agua; la podía notar nerviosa, tal vez ese negro no era su tipo, pero se notaba que el interés de él por ella la había excitado sobremanera.Antes de que amaneciera no aguantó más la calentura y comenzó a tocarme…Monté entre sus invitantes piernas abiertas y le enterré mi verga dura; cogimos como locos hasta que amaneció y nos venció el cansancio.Nunca había notado a Ana tan caliente…Al día siguiente me preguntó si podía ir a buscarla a la salida del gimnasio, pero le mentí diciendo que volvería más tarde de lo habitual.Naturalmente, a la hora de la salida, fui otra vez a ver qué sucedía con el negro.Esta vez le aceptó la invitación a tomar una gaseosa en el bar del gimnasio.Ella seguía mirándole el tremendo bulto al negro, ya sin disimulo…Finalmente salieron y el negro ofreció llevarla a casa en su auto. Los fui siguiendo y vi que aparentemente no pasaba nada extraño entre ellos, aunque veía que Anita iba sentada muy cerca del negro.Llegué unos minutos después de ella, simulando estar muy cansado por mi trabajo en la oficina. Encontré que Ana estaba encerrada en el baño, utilizando por un buen rato el bidet. ...