La Historia de Lena (Parte 1) - Relatos Eróticos

La Historia de Lena (Parte 1)

... sobre la tal comba, cada vez que me movía sentía rica la presión sobre mis abajos.Hubo ocasiones en que aquello era incontrolable, me excitaba y terminaba mojando mis calzones… claro, con el respectivo acompañamiento de espasmos como eléctricos, seguramente en el rostro se me notaba porque era inevitable entrecerrar los ojos y morderme el labio inferior, la maestra se dio cuenta, aquello sucedía varias veces a la semana…Cierto día me pidió que me quedara un momento después de las clases. Inmediatamente pensé que me haría bronca por las corridas que me daba en el escritorio… Pero no, ella se daba cuenta que aquello me hacía gozar y también me afectaba porque yo no estaba en paz…Me habló con paciencia y casi con ternura, me hizo contarle todo lo que sentía, y era tanto, que hasta de mi casa le conté… Solo con el hecho de expresarlo todo ya sentía alivio, pero más cuando me explicó que a mi edad a ella le pasaba igual, y que en la actualidad era constante la excitación que ella sentía; con mesura y respeto me dio a entender que ella vivía con ganas casi permanentes…Me explicó que me tenía que examinar una persona profesional… La confianza entre las dos creció rápidamente. Me propuso que visitáramos a su ginecóloga, previa autorización de mi madre. Tenía que querer yo y contar con la autorización materna, si no, no era posible. La maestra era seria y muy responsable.Hice los trámites debidos, mi madre aceptó porque sabía quién era mi maestra y porque tenía muy buenas referencias ...

... de la ginecóloga…Definitivamente fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, las visitas a la doctora hicieron que yo no cometiera errores en contra de mi salud física, que a mi tierna edad conociera el funcionamiento sexual de mujeres y de hombres. Y lo que más valoro y agradezco de aquellas mujeres es que he disfrutado responsablemente mi sexualidad, y lo que pudo ser un problema, se convirtió en fuente de placer, sin culpas, ni remordimientos innecesarios. Ellas ayudaron a que la alegría permaneciera en mí.Mis hermanos: esta parte de los eventos pienso que sí es bastante morbosa y muy rica… recuerden que les estoy relatando cosas que se dieron cuando yo estaba entrando a la adolescencia, mis queridísimos hermanos, ya era adolescentes…La confianza entre nosotros era total, así crecimos…Desde niños compartimos el baño, casi nunca le poníamos cerrojo, por cortesía siempre tocábamos antes de entrar, y rara vez alguien decía que no se podía entrar, no importaba que estuviéramos haciendo. Esas libertades eran entre nosotros tres, claro, las condiciones eran otras al haber más personas. Y ya crecidos, yo aprovechaba al máximo esas libertades…Para mi aprendizaje y deleite ellos eran mayores que yo… al inicio de esta época ellos me evadían un poco.Posteriormente entendí que había cierto pudor en ellos por los cambios evidentes que se estaban dando en sus cuerpos. Pero principalmente porque mi padre los instruyó en los asuntos sexuales para que no cometieran errores ...