La Historia de Lena (Parte 1) - Relatos Eróticos

La Historia de Lena (Parte 1)

... que ayudaron en la turgencia y desarrollo de ellas… entre juegos y morbosidades aprendieron a ponerme y a quitarme el brasier…Pedro era aficionado a oler el brasier recién quitado… Igual aprendieron con mi trasero y con el coño…Yo era el objeto de sus placeres y ellos los satisfactores de mis constantes calenturas…En fin, todos tranquilos, calientes y felices, jajajajaja…Así pasamos como dos años, mi madre se daba cuenta de algunas cosas y me recomendaba moderación y sobre todo respeto…Como siempre, se daba por vencida con mis bromas y sandeces, pero ella sabía que sus límites yo los respetaría; esa comprensiva mujer lo merecía…Ya cumplidos mis catorce años, como que tantas sobaderas y masturbaciones empezaban a aburrirme…Cierto día reuní a los dos sementales que tan feliz me hacían.Entre ceremoniosa y juguetona, pero con claras amenazas, les anuncié que había decidido que mi gran culo debía perder la virginidad, que ya quería más que pajas.Que debido a las circunstancias, por de pronto no era conveniente que me perforaran la hambrienta vagina que tenía entre las piernas, pero el anito sí. Claro, no era igual, pero también ese agujero suspiraba por carne humana en forma de cilindro.La advertencia era que si ellos no lo hacían, en el cole sí había varios dispuestos a comerse mi frondoso trasero… Hugo y Pedro no sabían si reír o regañarme, pero me vieron tan decidida que mejor optaron por aceptar la tarea…Lo dispusimos de tal manera que estábamos seguros de la ausencia de ...

... nuestros progenitores… solos los tres en toda la casa…Por razones de comodidad para mi agujerito anal, Hugo sería el feliz encargado de inaugurar ese conducto de placer…Pedro se asesoró con amigos mayores sobre cómo hacerlo, y yo tenía a mis maravillosas consejeras: mi maestra de primaria y la ginecóloga, bueno, mi madre también… aunque no en este tema específico…Entonces era solo cuestión de orientar al Hugo…Y ya se imaginan lo feliz que estaba él de que le asignaran semejantes tareas…No sé si fue irrespetuoso, pero decidimos que el lugar más cómodo para ese carnal evento era la gran cama de nuestros padres… Allí era fácil todo tipo de gimnasia sexual, aún para tres novatos gimnastas como nosotros, jajajajaja…El bendito día yo estaba preparada: recién bañada, un top blanco cubría mis senos, falda corta y holgada, abajo nada, con sandalias y mi pelo suelto… Pedro llegó a mi cuarto, iba caliente y dispuesto… directo a meter mano… todo mi cuerpo era sobado y acariciado… aquello me gustaba… me besaba de una manera especial, de tal manera que me sentía deseada y poseída a la vez… me producía una excitación rica y adictiva… Estaba convencida que este muchacho sabía brindar placer a su hembra… Se aparece Hugo y se une al agasajo… pero pronto pide que subamos al ruedo, como que le urgía realizar la tal faena…Imagino que para calmar los nervios nos pusimos juguetones… Pedro me carga en su espalda, me sostengo en su cuello, él con los antebrazos sostiene mis piernas casi a la altura de las ...